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¿Cómo cocinar el apio?

El apio es una verdura con un sabor muy especial y que puede dar mucho juego en la cocina, no sólo por la cantidad de ingredientes con las que se puede combinar, si no que también se puede cocinar de diferentes maneras. Os contamos cómo prepararlo de forma deliciosa.

El apio es una verdura de esas que se aman o se odian, su sabor es muy particular y puede convertirse en un ingrediente interesante en la cocina. El apio es un alimento que le confiere un sabor intenso y particular, casi como si tuviera carácter propio.

A su vez, el apio se puede preparar de maneras muy distintas, podéis servirlo crudo o podéis cocerlo o hacerlo al horno, veréis que en cualquiera de sus modalidades el sabor es muy curioso.

apioImagen fotopedia.com

Apio crudo

Esta verdura puede comerse cruda, simplemente tienes que lavarla muy bien y quitar las hebras, que se pueden quitar con toda facilidad con la ayuda de un cuchillo. Lo mejor es hacer un corte un poco inclinado, pues así resultará mucho más sencillo retirar dichas hebras.

La puedes utilizar como ingrediente dentro de una ensalada y te damos dos ejemplos deliciosos, una ensalada completa con vinagre de frambuesa o Una de las ensaladas más conocidas, la ensalada waldorf. Es importante que tengáis en cuenta que su sabor va a resultar potente y puede difuminar el protagonismo de otros ingredientes, así que graduar cantidad o seleccionar bien con qué combinarlo.

También puedes comértelo como un bastoncillo en el que mojar en diferentes salsas caseras como en la salsa tzatziki.
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Apio cocido

El apio es una verdura fácil de cocinar y que se adapta a diversos tipos de cocción; cuando utilizamos este modo de prepararlo su sabor se vuelve más ligero, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para aromatizar caldos, guisos o sopas.

El cocido vegetariano también puede ser toda una delicia y el apio es un ingrediente sensacional, le pones un poco de puerro y calabaza para acompañarlo, y el resultado es de 10.
cocido vegetariano
Antes os hablábamos de una salsa griega, cocinado os invito a que lo probéis con salsas cremosas o de queso.

Personalmente me gusta ligeramente hervido: hierves agua y pasas los tallos sólo unos instantes para que se ablanden pero sigan crujientes. Lo pones en una fuente y lo cubres con una salsa de queso o también podéis cubrirlo con salsa bechamel. Si añadís otras verduras (crudas o cocidas) como brócoli, guisantes o lo que os plazca. Lo gratinas en el horno y los sirves caliente como aperitivos o primer plato.

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