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¿Cómo preparar un café soluble?

¿El café soluble se prepara con agua, con leche o con qué bebida es la idónea? ¿Qué cantidad de café es la mejor? Os contamos cómo preparar un buen café soluble en casa y disfrutar del máximo sabor.

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¿Cómo preparar café soluble?

El café soluble se puede preparar con leche, bebida vegetal o agua, depende de qué tipo de café quieras.

Si se trata de un café solo has de usar únicamente agua caliente. Tal y como te vamos a comentar más adelante en cómo se hace el café soluble, es lo único que necesitas para volver a hidratar el café y obtener todo el aroma. Esta cantidad tiene que ver con que el café solo suele ser más pequeño, para una taza de 120 ml.

Si te apetece un café con leche, la recomendación es añadir dos cucharaditas de café soluble a la leche o bebida vegetal ya caliente. Esta cantidad tiene que ver que para un café con leche se usa una taza más grande, que suele ser de unos 240 ml.

Si estás buscando un café más cremoso, echa una o dos de café a la taza, añades una cucharada de agua a temperatura ambiente y remueve hasta que esté disuelto, verás que tiene un aspecto de pasta. En ese momento, añade la leche o bebida vegetal caliente, o puedes terminar de rellenarlo con agua.

¿Cuántas cucharadas de café soluble para una taza?

La regla general es una cucharadita de café soluble por taza, aunque hay que tener en cuenta que esta cantidad puede variar en función de lo intenso que se quiera el café.

¿Cómo se hace el café soluble?

El café soluble o instantáneo tiene un proceso de producción similar al del café molido. En ambos casos, el tratamiento del café es el mismo pues se siguen los pasos tradicionales: recogida en los cafetales, lavado, descascarillado, secado y tostado.

Los pasos cambian durante la molida del grano tostado. En este punto, se prepara una infusión y luego se elimina el agua por completo, dando lugar a cristales de café deshidratados o polvos de café.

Para ello, hay dos procesos posibles: aspersión o liofilización. La primera consiste en que la infusión está muy caliente y se acaba transformando en polvos que caen y son recogidos. La segunda es que la infusión es congelada a -40°C, después se rompe en trozos, pasando el agua a convertirse en vapor y el café en cristales de café secos.

En resumen, el café soluble se caracteriza por una presentación granulada o en polvo, la cual se produce tras haber retirado el agua del extracto de café. Si se mantiene en unas condiciones óptimas y herméticas, puede mantener la calidad durante mucho tiempo y seguir disfrutando de una bebida revitalizante.

¿Sabías que el primer café soluble se inventó en el año 1900 aproximadamente? Fue un químico japonés, llamado Satori Kato, quien dio con la fórmula y la patentó. Más tarde sería George C. Washington, un inglés residente en Guatemala, quien inventaría y produciría a escala comercial el primer café instantáneo.

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