Espirales de hojaldre de jamón y queso

Las espirales de hojaldre de jamón y queso es un aperitivo muy sencillo de preparar, delicioso y que podéis aprender fácilmente siguiendo esta receta.

Receta de espirales de hojaldre de jamón y queso

Espirales de hojaldre de jamón y queso – Ingredientes

• 1 lámina de hojaldre
• 6-8 lonchas de jamón cocido
• 6-8 lonchas de queso
• Especias: orégano y albahaca
• Queso rallado
• 1 huevo

Cómo hacer Espirales de hojaldre de jamón y queso

Extiende la lámina de hojaldre en una superficie seca y llana.

Coloca sobre la lámina de hojaldre el jamón cocido (si son lonchas muy finas, plantearos poner doble capa de jamón cocido). Deja un centímetro en los dos laterales, derecho e izquierdo, para poder cerrarlo y que no se despegue.

Sobre el jamón cocido coloca las lonchas de queso. Escoge un queso que te resulte delicioso y que se pueda fundir, nosotros hemos utilizado el queso havarti pero también podemos utilizar el queso emmental, mozzarella o el que más os guste.

A continuación, espolvorea sobre el queso las especias que hayas escogido. Nosotros hemos puesto un poco de orégano y albahaca; si tienes las especias frescas, sólo tienes que picarlas muy chiquitito y lo vuelves a espolvorear.

Bate un huevo en un vaso y reserva.

Lo enrollas poco a poco y con delicadeza, presionando un poco para que no se salga ninguno de los ingredientes. Cuando lo tengas casi cerrado para y pinta el centímetro por el que se van a unir con un poco de huevo batido.

Termina de cerrarlo y córtalo en rodajas de uno a tres centímetros, dependerá de cómo os guste. Id colocando las rodajas sobre una fuente de horno previamente forrada con papel vegetal.

Píntalas con huevo, tanto por encima como por los laterales. Echa por encima el queso rallado, nosotros hemos puesto queso curado para darle un toque salado y crujiente pero, también podéis echarle por encima otro tipo de quesos que os gusten.

Meterlo en el horno previamente calentado a 180º durante 15 minutos, aproximadamente.

En cuanto estén doradas, sácalas y deja que se enfríen. El hojaldre suele ganar muchísimo cuando está bien frío, además de la textura también podréis notar otros sabores.

¡A disfrutar!