Cómo hacer churros caseros

Churros caseros y fáciles de preparar con un sencillo paso a paso que os hará chuparos los dedos en cada desayuno y merienda.

Los churros son una de nuestras tradiciones más conocidas a nivel internacional, incluso han llegado a exportarse la receta y el negocio a multitud de países (Portugal, Francia, México, Filipinas…) donde se pueden tomar acompañados de un delicioso chocolate a la taza.

La forma de los churros puede variar en función de quién los haga, pudiendo encontrar churros con forma de bastón, de lazo o rectos, Si son churros rellenos, de crema o chocolate, suelen tener una forma recta para que sea más fácil poder rellenarlos.

Receta churros caseros

Ingredientes

Para una docena de churros aproximadamente:

• 1/2 taza de agua
• 1 cucharadita de sal
• 1/2 taza de harina
• Azúcar molida en cantidad necesaria
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• Aceite de girasol

Cómo hacer Churros caseros paso a paso

Pon en una cacerola a hervir el agua con las dos cucharadas de aceite. Cuando dicha mezcla rompa en hervor, apaga el fuego y agrega la taza de harina de una sola vez y revolver enérgicamente hasta que se forme una mezcla homogénea que se desprenda de los bordes de la cacerola.

Termina de amasar con las manos en cuanto esté un poquito más fría pero no puede llegar a enfriarse. Verás cómo puedes formar una bola con la masa y si ves que ha quedado demasiado blanda o dura añade harina o agua respectivamente.

En mi caso no tengo churrera, así que he utilizado una manga pastelera con una boquilla de estrella. Coloca una hoja de papel vegetal, pon la masa de churros dentro y presiona para que vayan saliendo los churros, ya sea en forma de lazo o en forma de bastones.

Pon abundante aceite de girasol en una sartén y cuando esté caliente añades los churros. Tienen que estar dorados por ambas partes antes de sacarlos y los colocas sobre papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.

Echa azúcar por encima con alegría y prepara chocolate a la taza para poder mojarlos.

Sírvelos calentitos para que estén bien buenos.

Errores comunes: cómo hacer churros

Con el fin de ahorrar y gastar menos aceite o hacer el intento de que parezca una comida menos grasa, muchas personas reducen considerablemente la cantidad de aceite que incorporan a la fritura. Éste es un gran error y que hay que intentar evitar por todos los medios desde el primer momento, ya que los churros necesitan una buena cantidad de aceite para que queden bien fritos y no se caigan al fondo de la sartén, puesto que al estar en contacto con el fondo de la misma se aplastarían y perderían su forma de estrella.

Cuando hablamos de aceite bien caliente para la fritura os recomendamos que sea a una temperatura de unos 180º, no más, puesto que es importante que los churros se hagan por dentro sin que lleguen a tostarse en exceso por fuera.

El tipo de aceite que os recomendamos es el girasol para que el sabor no sea excesivamente intenso y toda la masa sepa a aceite.

Historia y origen de los churros

La historia de los churros se remonta a principios del siglo XIX cuando se comenzó a popularizar, especialmente en Madrid, el hoy famoso desayuno de chocolate con churros. También en Cataluña los churros son muy populares y de hecho es aquí donde encontramos su verdadero origen en nuestro país, a pesar de que se desconoce quién los inventó, según la Asociación de Churreros catalana, su origen es probablemente árabe pero se desconoce en qué año pudo surgir esta invención.

Hay quien cuenta que el auténtico origen de los churros está en las montañas, pues ésta comida sería la ideal para los pastores que se encontraban durante días en las zonas altas incomunicadas y sin acceso a pan fresco. Esta masa podrían llevarla y freírla con facilidad, además de ser un alimento calórico que aportara ese plus necesario para hacer frente a las altas temperaturas.

Por otra parte, también se cree que los churros pudieron tener un origen completamente diferente y que nos llevaría hasta China. En esta versión, serían los portugueses quienes traerían una nueva técnica culinaria asiática que sufriría ciertas modificaciones que darían lugar a la forma de estrella de los churros.

El chocolate debe servirse espeso y ligeramente amargo para que combine a la perfección con la dulzura de los churros.

La verdad es que podemos encontrar establecimientos muy conocidos por sus churros con chocolate en España, en Madrid el más tradicional es San Ginés en pleno centro, aunque también podéis encontrar locales tradicionales y chocolaterías exquisitas que os ofrecen esta combinación exquisita de sabor y tradición.