Bases de pizza con masa madre

Bases de pizza con masa madre, crujientes y esponjosas, con un sabor sensacional.

Cómo hacer bases de Pizza con masa madre

La mejor manera de preparar una auténtica pizza casera es utilizar la masa madre. Le va a aportar más sabores y aromas. Nosotros hemos seguido las indicaciones de Cocinando ConMiga.

Preparar la masa madre es muy sencillo pero os va a llevar unos días hacerlo. Podéis ver el paso a paso aquí «Cómo hacer masa madre natural en casa«. Es un trabajito que merece mucho la pena porque una vez que consigas tu masa madre te puede durar toda la vida, incluso la puedes dar como herencia.

Masa de pizza con masa madre – Ingredientes

2 masas de pizza de 400 gr.

  • 410 gr de harina (de fuerza o media fuerza)*
  • 210 – 230 agua*
  • 145 masa madre activada
  • 9 – 10 sal

* Yo he usado una harina de media fuerza, un poquito más fuerte que la harina de trigo del súper pero podéis usar la que tengáis en casa perfectamente.

** La cantidad de agua puede variar en función de que tu harina absorba más o menos líquido.

Cómo hacer masa pizza con masa madre

Lo primero que tenéis que hacer es activar la masa madre. En mi caso, lo que he hecho ha sido retirar una parte y añadir el doble de agua de lo retirado y 2,2 de harina. Después tenéis que esperar a que duplique y se puede utilizar.

Colocáis la cantidad de masa madre activada en un recipiente y añades 210 de agua. Remueves suavemente y verás cómo fácilmente la masa madre se va diluyendo en el agua.

Incorpora la harina al recipiente y mezclas los ingredientes hasta que tengas una masa pegajosa. Después incorporas la sal y mezclas la masa desde fuera hacia dentro. En mi caso, he tenido que absorber un poco más de agua por mi tipo de harina, pero no tiene por qué ser necesario.

Echa unas gotitas de aceite de oliva sobre la encimera para que no se pegue la masa. Vuelca la masa que estaba en el recipiente sobre la encimera y comienza a amasar, primero con el amasado francés.

Después con el amasado en bola: desde el centro de la masa estiras una parte con la palma de la mano hacia delante, suavemente, y luego pliegas sobre lo anterior. Giras la masa. Y repites (os dejo un vídeo al final). Es el mismo tipo de amasado que hemos utilizado para hacer el pan. Puedes incorporar descansos para la masa de 15 minutos, pues el tiempo también amasa.

Cuando tengas la masa en forma de bola y con una superficie lisa será el momento de dejarla fermentar durante 3 horas o hasta que duplique. Para ello, engrasáis con un poquito de aceite de oliva el recipiente donde vayáis a dejarla reposando, tanto en la base como en los laterales, colocas la masa, tapas y la dejas reposar a temperatura ambiente.

Después de ese tiempo, vuelves a engrasar ligeramente la encimera o echas un poquito de harina. Vuelcas la masa y la divides en dos para tener dos masas de 400 gr. o la puedes dividir en 4 y tener masas de 100 gr. ¡Lo que queráis! En nuestro caso las hemos dividido en dos y hemos llevado cada borde exterior hacia el centro, como veis en la foto.

Al final queda como una especie de bola con pliegues (que habrá que presionar suavemente en el centro) y hay que colocarlos sobre un recipiente previamente engrasado para que no se pegue. Se ponen boca abajo los pliegues y arrastras la bolita sobre la superficie para que se forme una bola de masa con cierta tensión.

Se deja fermentar durante una hora y media para consumir en el día, o podéis meterlo otra vez en un recipiente engrasado como anteriormente, lo metes en la nevera para que vaya fermentando poco a poco. Puedes tener la masa hasta unas 72 horas en la nevera como máximo o, una vez fermentado, podéis meterlo en el congelador.

Para darle forma a la masa de pizza tienes que echar un poco de harina sobre la superficie, colocas la masa sobre la harina y echas un poquito de harina por encima para trabajarla. Ve aplastando, abriendo de fuera hacia dentro suavemente, con la yema de los dedos, verás que va adquiriendo una forma redondeada. Ve dándole la vuelta y haciendo el mismo proceso de amasado, estirando y aplastando hasta que obtengas el grosor deseado.

Cuando la tengas ya la puedes colocar sobre papel de horno y lista para echar los ingredientes que quieras.

Si tenéis una piedra para hornear, lo ideal es utilizarla. Si no pues podéis precalentar el horno con la bandeja dentro. Calentar el horno a la máxima temperatura (en nuestro caso 250 grados) y cuando esté bien caliente se introduce la pizza durante 5 o 10 minutos, hasta que esté cocinada.

¡A disfrutar!

Otras recetas de masas que os pueden resultar interesantes para hacer en casa son:

4.62 avg. rating (90% score) - 13 votes