

Os traigo una receta de Cupcakes de zanahoria con frosting de queso ¡En forma de cuento! Con ella nos presentamos al concurso Recetas de Cuento de Pyrex, espero que os guste nuestro cuento, le hemos dado un toque de SaborGourmet.
Érase una vez que se era, en un pequeño pueblo del norte, Caperucita estaba en su casa hablando con su mamita, preparándose para hacerle una visita a su abuelita.
Caperucita adoraba la fortaleza de su abuela, esa mujer que con tanto esfuerzo había mantenido a toda su familia, que preparaba los mejores platos caseros y ahora con los años, la edad no le permitía hacer tantas cosas como quería. Caperucita conocía las debilidades del paladar de su abuelita y quería sorprenderla, quería llevarle algo que hubiera hecho ella para que se sintiera orgullosa, buscó una receta sencilla pero vistosa, algo blandito para los dientes de su abuelita y en el que pudiera poner todo su amor.
¿Sabéis que receta escogió?
Pensó y pensó, hasta que unos cupcakes se le antojaron un bocado delicioso, pequeño y hermoso, así que cogió las zanahorias del huerto, trajo la harina del molino, los huevos de sus gallinas y comenzó a leer la receta:
Índice del artículo
Ingredientes
Para el bizcocho:
- 90 gramos de azúcar
- 90 ml de aceite de girasol
- 1 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 120 gr. de zanahorias ralladas
- 60 gr. de nueces partidas
- 90 gr. de harina
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de levadura
- 1/2 cucharadita de canela
- 1 pizca de sal
Para el frosting:
- 100 gr. de queso crema
- 190 gr. de azúcar glass
- 40 gr. de mantequilla
Preparación
En un principio vamos a mezclar en un recipiente los siguientes ingredientes: aceite de girasol, con los huevos, la vainilla y el azúcar, removeremos con unas barillas para conseguir que todos los ingredientes se mezclen correctamente y a su vez, que suba la masa. Pon el horno a precalentar a una temperatura de 180º.
Ralla las zanahorias y pica las nueces, las añades a la masa y remueves. En mi caso, lo he pasado un poco por la batidora para homogeneizar un poco la textura, aunque no lo he hecho todo puré para mantener esa sensación de encontrarte algo crujiente dentro de una cupcake.
A la masa añades: harina tamizada, bicarbonato y levadura, canela y la pizca de sal. Continuamos removiendo con las varillas hasta que veamos que no queda ningún grumo, que todo está bien integrado y preparamos la bandeja de los cupackes, ponemos los papelitos y rellenamos hasta la mitad (si ves que te has pasado con la levadura o el bicarbonato, hecha menos cantidad en cada papelito).
Cuando el horno esté caliente lo metemos durante unos 30 minutos, puedes pinchar una de ellas con un palillo puntiagudo para ver si están hechas. Mientras se hacen prepara un almíbar con agua y azúcar, echa un poquito encima de ella en cuanto las saques del horno y así se mantendrán más jugosas.
Mientras se van enfriando prepara el frosting de queso: En un bol pon la mantequilla a temperatura ambiente y ve añadiendo el azúcar glass poco a poco, que se vaya incorporando hasta que termines todo. Una vez que esté bien incorporado añades el queso crema también a temperatura ambiente y continúa removiendo durante unos 8 minutos (Para no quedarte sin brazo no hay nada como unas varillas eléctricas). Cuando estén frías, introduces el frosting en la manga pastelera y las decoras. ¡Listas para ser devoradas!
Caperucita se puso manos a la obra, cada vez que batía pensaba en la carita de su abuelita cuando llegara con la cesta de mimbre llena de cupcakes y su felicidad iba aumentando. Cada Cupcake llevaba un mensaje oculto en su sabor, cada uno llevaba un mensaje de amor y la abuelita supo descifrar cada uno de ellos con cada mordisco.
Lo que nadie se pudo imaginar es que estos cupcakes servirían no sólo para decirle a su abuelita cuánto la quería sin palabras, sino que se convirtieron también en una tradición por haber ganado al lobo feroz gracias al amable leñador y cada año, hacían cupcakes de zanahoria con frosting de queso las dos juntas mientras veían la vida pasar con armonía y felicidad.
Precioso cuento y preciosos cupcakes. Creo que Caperucita no podría llevar nada mejor en su cesta.
¡¡¡Suerte!!!!
¡¡Muchas gracias July!!! 😀
¡Qué preciosidad de cuento! 🙂
Creo que cualquier abuela estaría orgullosa de una nieta que la cuidara tanto…
Muchísima suerte, ojala ganéis!