El pollo es uno de los alimentos más populares y consumidos a nivel mundial. Su versatilidad en la cocina, su sabor y sus propiedades nutricionales lo convierten en una elección frecuente en la dieta de muchas personas. Sin embargo, aunque cocinar pollo puede parecer una tarea sencilla, hacerlo de manera incorrecta puede llevar a problemas de salud. El nutricionista Pablo Ojeda, en su reciente intervención en el programa de ‘Las Mañanas’ de Kiss FM, ha desvelado varios datos importantes sobre este alimento, que todos los aficionados a la cocina deberían conocer.
El super experto Pablo Ojeda avisa: si cocinas así el pollo puedes tener problemas
Uno de los puntos que Pablo Ojeda abordó en el programa fue el color del pollo. Existe una creencia común de que el pollo con un color más amarillento es más saludable y natural. Según Ojeda, este es un mito que se ha perpetuado sin fundamento. «Te cobran 5 euros más pero simplemente le han dado maíz», explicó el nutricionista, indicando que el color amarillo no implica una mejor calidad o mayor valor nutricional. Este comentario desmonta la idea errónea de que un pollo con apariencia amarillenta es automáticamente más beneficioso para la salud.
Además, Ojeda aclaró otro mito relacionado con la piel del pollo. Mucha gente evita comer la piel pensando que es extremadamente calórica y poco saludable. Sin embargo, Ojeda desmiente esta creencia: «Se puede comer perfectamente. Aparte es una zona que tiene muchas proteínas, que tiene buena cantidad de grasa, pero que no tiene muchas más calorías que el pollo, unas 50-70 calorías». Este dato sorprendió a los compañeros del programa, quienes compartían la idea equivocada de que la piel del pollo debía evitarse por completo.
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La importancia de una cocción segura
Uno de los temas más cruciales que Ojeda abordó fue la correcta manipulación y cocción del pollo para evitar problemas de salud. Un error común que muchas personas cometen es lavar el pollo antes de cocinarlo. Según Ojeda, este hábito puede ser contraproducente. Lavando el pollo bajo el grifo y luego secándolo con un trapo, se corre el riesgo de esparcir bacterias a otros utensilios y superficies de la cocina.
Ojeda subrayó que la carne de ave tiene una mayor tendencia a contener bacterias, y estas pueden propagarse fácilmente a través del trapo usado para secar el pollo crudo. Si luego se utiliza el mismo trapo para limpiar el fregadero, la encimera, la tabla de cortar u otros elementos de la cocina, se aumenta el riesgo de contaminación cruzada. Estas bacterias podrían ser responsables de esos molestos dolores de estómago que a menudo no logramos identificar de dónde provienen.
La recomendación de Ojeda es clara: es mejor no lavar el pollo antes de cocinarlo. En su lugar, cocinarlo directamente asegura que cualquier bacteria presente sea eliminada por el calor del proceso de cocción. Además, es esencial mantener una higiene estricta en la cocina, lavando las manos y los utensilios con frecuencia para evitar la contaminación.
En resumen, aunque el pollo es un alimento delicioso y nutritivo, es fundamental seguir ciertos pasos para garantizar su seguridad en la cocina. Los consejos del experto Pablo Ojeda nos invitan a cuestionar creencias populares y a adoptar prácticas más seguras para disfrutar del pollo sin preocupaciones.