Hemos preparado en casa el famoso plato de carbonade flamande belga. Un delicioso estofado de ternera con cerveza que es aromático, sabroso y para no dejar ni rastro de la salsa. Te contamos cómo hacerlo fácilmente en casa.
Receta de estofado de ternera con cerveza
La gastronomía belga ofrece unos platos absolutamente deliciosos. Después de los archiconocidos gofres, nos encontramos con platos salados como los mejillones (fritos o en salsa), todos los puestos de patatas fritas con salsas que te puedas imaginar y, entre tantos otros, un delicioso estofado de carne con cerveza que es espectacular.
Hemos preparado este plato con ternera, también es la carne predominante que hemos encontrado en los diferentes restaurantes de Bruselas en los que hemos comido, pero es importante que sepas que también se puede elaborar con otras carnes. Sea como sea, reserva tiempo porque es un estofado que conviene hacerlo a fuego lento durante varias horas y, cuando pruebes el resultado, entenderás por qué.
Ingredientes
- 1000 gr. de ternera (he usado morcillo, podéis optar por carne magra u otro corte que os guste)
- 4 rebanadas de pan de jengibre*
- 1 cucharada de harina
- 2 zanahorias
- 2 cebollas
- 75 cl de cerveza belga ámbar (la cerveza que elijas será la protagonista del plato)
- 2 cucharaditas de Mostaza
- Sal
- Pimienta
- 3 clavos
- 3 ramitas de tomillo seco
- 1 cucharadita de azúcar moreno
- 30 gr. de mantequilla
- Aceite de oliva virgen extra
*En España no es tan fácil encontrar pan de jengibre, por lo que o puedes hacerlo casero en casa, o puedes utilizar pan de campo y añadir un toque de especias al estofado además de un poco más de azúcar (esto último es opcional y puedes valorarlo en los últimos pasos del estofado).
Preparación
Limpia y corta la carne en trozos.
Pones una cacerola al fuego, añades aceite de oliva y, cuando esté bien caliente, añades la carne y ola doras.
Retira la carne y añades la mantequilla. Cuando esté fundida, incorpora la cebolla cortada en tiras (juliana) y la zanahoria laminada, añade un poco de sal y dejas que se hagan a fuego medio hasta que la cebolla vaya ablandándose. Tiempo aproximado, 5 minutos.
Echa el tomillo seco, el azúcar moreno, los clavos molidos, la pimienta recién molida y remueve.
Mete la carne con sus jugos y echas una cucharada de harina, remueve bien para que todo quede bien impregnado y la harina no se quede en el fondo de la cacerola.
Vierte la cerveza. Tiene que quedar la carne cubierta.
Unta las cuatro rebanadas de pan con un poco de mostaza y las introduces, tal cual, en la cacerola.
Cuando veas que da el primer hervor, bajas el fuego y le pones la tapa. Deja que se cocine sobre dos horas, removiendo de vez en cuando, y antes de apagar comprueba que está a tu gusto.
Suele ser un plato que gana mucho más al día siguiente, así que puedes dejarlo reposar una noche y volverlo a cocinar lentamente al día siguiente para ya servirlo. Lo más habitual es que lo presentes con unas patatas fritas.
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