Estas galletas de chocolate blanco y pistacho son perfectas. El sabor es sensacional, la textura es la idónea y son muy fáciles de hacer. Son unas de las recetas que no dejaréis de hacer.
Receta de galletas de chocolate blanco y pistacho
Si os gustan las galletas, os recomiendo quedaros con esta receta base y cambiar los chocolates o los frutos secos a vuestro gusto. Estas cantidades me parecen ideales y muy equilibradas, aunque ya sabéis que luego hay gustos y gustos.
Ingredientes
6 – 7 galletas de 100 gramos:
- 112 gr. de harina todo uso
- 113 gr. de harina de repostería
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato
- 140 gr. de mantequilla
- 65 gr. de azúcar moreno
- 60 gr. de azúcar blanco
- 1 huevo
- 1/4 de cucharadita de sal
- 2,5 gr. de levadura química
- 135 gr. de chocolate blanco con un 35% de cacao
- 112 gr. de pistachos
Cómo hacer galletas de chocolate blanco y pistacho
La forma más sencilla de hacer estas galletas es con un robot de cocina o con unas varillas eléctricas, sobre todo para el primer paso.
Lo ideal es que utilices una mantequilla que lleve ya un buen ratito a temperatura ambiente, para que esté más blandita pero sin perder su textura. La cortas en cuadrados y la colocas en el vaso del robot junto con los dos tipos de azúcar. Bate todo junto durante unos 3 minutos hasta que quede completamente mezclado y se vea cremoso.
A continuación, añade el huevo y bate hasta que quede homogéneo.
Tamiza la harina y la añades junto con la sal, la levadura y el bicarbonato. Puedes volver a mezclar con el robot para que se incorpore pero no te pases de tiempo, en cuanto veas que todo está incorporado, retira.
Por último, añade el chocolate y los pistachos troceados. Mezclas con una espátula para que todo quede bien incorporado.
Haz bolas de 100 gramos de masa y las colocas sobre una bandeja forrada con papel vegetal. Puedes hornearlas al momento, o puedes llevarlas a la nevera durante 2 horas. O, incluso, puedes congelarlas.
Cuando vayas a hornearlas, calienta el horno a 210º arriba y abajo.
Coloca las galletas con una buena separación entre unas y otras, no se van a expandir en exceso si no has echado levadura de más, pero así te aseguras que no se pegan. Las horneas durante 12 minutos, o hasta que veas que tienen un dorado que te gusta.
Espera un par de minutos y, después, las cambias con mucho cuidado a una rejilla para que se aireen bien.
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