¿Las freidoras sin aceite son más sanas?

Es cierto que las conocidas como freidoras sin aceite (fundamentalmente porque son freidoras que, para la cocción de los alimentos, no necesitan aceite, o al menos únicamente es necesaria una pequeñísima cantidad), son ampliamente anunciadas como una forma más saludable a la hora de disfrutar de nuestras comidas fritas favoritas. Y ahora que nos tendemos a preocupar cada vez más por lo que comemos cada día, este tipo de freidoras han experimentado una enorme popularidad en los últimos años. Por tanto, la pregunta es más que evidente: ¿son, de verdad, más saludables y sanas?.

Entre otros interesantes aspectos, muchos fabricantes -y también quienes las han comprado y utilizado en algún que otro momento-, afirman que cocinar con una freidora sin aceite permite reducir el contenido de grasa de alimentos que popularmente se elaboran y consumen fritos, como por ejemplo podría ser el caso de las patatas fritas, los palitos de pescado, las truchas y las alitas de pollo, entre otros.

¿Qué es una freidora sin aceite, o de aire, y cómo funciona?

Una freidora sin aceite es un aparato de cocina que habitualmente es utilizado con el fin de cocinar alimentos fritos como patatas fritas, carne, pescado o pasteles. Funciona haciendo circular aire muy caliente alrededor de los alimentos, lo que cumple con dos funciones básicas: por un lado permite cocinar el alimento interiormente, y por el otro, produce que el exterior se vuelva crujiente, como habitualmente ocurre cuando freímos determinados alimentos.

También tiende a producir una reacción química conocida como “efecto Maillard”, que ocurre entre un aminoácido y un azúcar reductor en presencia de calor, lo que conduce a cambios y alteraciones no solo en el color de los alimentos, sino en el sabor.

Al no utilizarse aceite ni se utiliza la fritura en sí misma como método de cocción, las freidoras sin aceite suelen ser vendidas como una alternativa muchísimo más saludable a los alimentos fritos, gracias a su menor contenido tanto en grasas como en calorías. Es decir, en lugar de sumergir completamente la comida en aceite caliente, únicamente se requiere una sola cucharada de aceite, para lograr un sabor y una textura parecidos a los alimentos fritos.

¿Son de verdad más saludables? Algunos aspectos a tener en cuenta

Pueden ayudar a reducir el contenido de grasa

Lo cierto es que los alimentos fritos no son una opción adecuada, especialmente cuando los consumimos habitualmente. Por lo general, los alimentos fritos tienden a tener una mayor cantidad grasa en comparación a otros métodos de cocción.

Por ejemplo, una pechuga de pollo frita tiene alrededor de un 30 por ciento más de grasa, en comparación con la misma pechuga de pollo asada.

En este sentido, algunos fabricantes tienden a afirmar que utilizar una freidora sin aceite puede ayudar a reducir el contenido graso de los alimentos fritos, hasta en un 75%. Y esto se debe, fundamentalmente, a que las freidoras sin aceite requieren una menor cantidad grasa, en comparación con las freidoras tradicionales.

Si bien es habitual utilizar una enorme cantidad de aceite para freír patatas o filetes de carne (lo común es usar entre 2 a 3 tazas de aceite), si optamos por una freidora sin aceite -o al aire, como también son conocidas- únicamente necesitamos alrededor de 1 cucharada.

Dicho de otra forma, las freidoras tradicionales utilizan hasta 50 veces más aceite que las freidoras sin aceite, y aunque no todo ese aceite es absorbido por los alimentos, si sustituimos las frituras como método de cocción habitual y lo cambiamos por el uso de una freidora sin aceite, el resultado es evidente: puede ayudar a reducir, de forma significativa, el contenido total de la grasa de los alimentos.

Pueden ayudar a perder peso

Los alimentos fritos no solo tienden a tener una mayor cantidad de grasa, también contienen más calorías, y pueden en definitiva acabar contribuyendo al aumento de peso, en especial cuando son consumidos con bastante regularidad.

Podríamos, por ejemplo, mencionar un estudio que hace algunos años se llevó a cabo en nuestro país, en el que participaron un total de 33.542 adultos. Los investigadores descubrieron que una mayor ingesta de alimentos fritos se asociada con un mayor riesgo de padecer obesidad.

Por tanto, si estás siguiendo una determinada dieta de adelgazamiento, o si incluso únicamente buscas reducir la cintura y perder algo de peso, no hay duda que cambiar los alimentos fritos por los preparados con una freidora sin aceite puede ser una buena opción para empezar.

Y es que con apenas 9 calorías en cada gramo de grasa, la grasa dietética contiene más del doble de calorías por gramo, en comparación con otros macronutrientes como por ejemplo los carbohidratos o las proteínas.

Disminuye la formación de compuestos nocivos

Como probablemente sepas, freír alimentos puede crear compuestos potencialmente peligrosos y nocivos para la salud, como por ejemplo es el caso de la acrilamida, un compuesto que se forma en alimentos ricos en carbohidratos cuando son cocinados a altas temperaturas. Por tanto, freír este tipo de alimentos, y además hacerlo a elevadas temperaturas, acaba por generarlos.

De acuerdo a la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, la acrilamida es un compuesto clasificado como “probable carcinógeno”, lo que significa que algunas investigaciones han mostrado que la acrilamida podría estar relacionado con el desarrollo del cáncer.

De esta manera, freír los alimentos con la ayuda de una freidora sin aceite, en lugar de usar una freidora tradicional (o freír los alimentos en una sartén), puede ayudar a reducir el contenido de acrilamida de los alimentos fritos.