Receta de granola casera y sus diferencias con el muesli

Hacer granola casera es una de las recetas más sencillas y deliciosas que vais a poder encontrar, tanto para vuestro desayuno como para mezclarlo con vuestros postres.

Receta de granola casera

En anteriores artículos os hemos mostrado cómo hacer muesli casero, que como veréis difiere de la receta de granola casera que os vamos a mostrar. El muesli no hay que tostarlo, por lo que no siempre se le añaden siropes y azúcares, lo que también supone que no es tan agradable masticarlo; también suele ir acompañado de más cantidad de cereales integrales.

Receta de granola casera – Ingredientes

  • 150 gr. de copos de avena aplastados
  • 50 gr. de coco deshidratado
  • 60 gr. de avellanas (u otro fruto seco al gusto)
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de aceite (girasol, coco)
  • 1 cucharada rasa de miel
  • 3 cucharadas de sirope de arce
  • 50 gr. azúcar moreno
  • Un puñado de arándanos deshidratados (u otras frutas secas)
  • Un puñado de pepitas de chocolate (opcionales)

Cómo hacer granola casera

Poned en un recipiente los copos, los frutos secos que hayáis escogido (las avellanas las he troceado) y el coco. Añade la canela molida y la sal, después sólo queda remover y reservar.

Mezclar los edulcorantes y el aceite en un recipiente. Para ello, colocad la miel, el sirope y el azúcar en un recipiente; si la miel está muy solida, podéis darle un toque muy breve de calor en el microondas.

Finalmente, añades el azúcar a la mezcla de los copos junto con los edulcorantes y remueve un ratito para que se mezcla todo correctamente, que quede lo más homogéneo posible para conseguir que el dulce llegue a todos los ingredientes.

Pon el horno a precalentar a 160º.

Forra la bandeja de horno con papel vegetal y extiende los copos. Tiene que quedar bien extendido para que se tueste por todas las partes, así que podéis ayudaros de un tenedor para facilitar la tarea. Lo metéis al horno durante unos 20 minutos y cada 7 o 10 minutos lo vais removiendo, para que la parte de abajo también se quede tostado.

Después, la dejáis enfriar y podéis añadirle las frutas secas como el cacao, en nuestro caso los arándanos deshidratados y las pepitas o gotas de chocolate.

Como siempre, la mejor recomendación es guardarlo en un recipiente hermético para asegurarnos que mantendrá tanto sabor como textura.

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Fuente: María Lunarillos y Joy of Baking

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