La receta que hoy os traemos un poco más elaborada pero muy sencilla de hacer, sólo lleva un poquito más de tiempo y el resultado os aseguro que merece la pena.

Hace unos días, cuando llegué a casa, me encontré con semejante plato y me quedé fascinada. La receta que hoy os traigo es de mi hermana, se dejó llevar en la cocina y lo que iba a ser un plato de pasta tradicional y sencillo, resultó ser unos tallarines con chamipones al horno y salsa bechamel.
¡Adoro este tipo de cambios!
Ingredientes:
- 300 gramos de tallarines
- 250 gr. champiñones
- 1 pimiento verde
- 1/2 puerro
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Vino blanco
- Sal
- Aceite de oliva
- Pimienta
- Queso parmesano
Para la salsa bechamel:
- 2 cucharadas de harina
- Leche
- Sal
- Nuez moscada
- Aceite de oliva / mantequilla
Preparación:
En primer lugar vamos a preparar la pasta. Como cada uno podéis utilizar un tipo de pasta diferente o una marca, fijaros en las instrucciones que vienen en el paquete para saber el tiempo de preparación que recomienda el fabricante.
Mientras se hace la pasta vamos a centrarnos en el sofrito:
En una sartén echa un chorro de aceite y añade tanto el puerro como la cebolla troceados, deja que se pochen. Pica el ajo en trozos muy pequeños y lo incorporas. Cuando esté bien pochado, añades el champiñón laminado y dejas que se vaya haciendo a fuego medio.
Comprueba la sal y echa un poco de pimienta molida por encima, echa un chorro de vino blanco de guisar por encima y deja que absorban los sabores. Cuando esté a punto, echas un poco de queso parmesano por encima.
Cuando tengas tanto la pasta (retiras el agua) como el sofrito, lo mezclas para que se mezclen bien los sabores y lo echas en una fuente apta para el horno.

Prepara la salsa bechamel tal y como hemos visto en la receta “Cómo preparar la salsa bechamel”, al ser una salsa de acompañamiento necesitamos que esté más bien con una textura líquida y no tan densa como sería para unas croquetas. Vierte la salsa bechamel por encima de la pasta, echa más queso parmesano por encima y lo pones unos minutos a gratinar en el horno.
Cuando veas que adquiere el color dorado, al gusto, será el momento de sacarlo y servir.
¡A disfrutar!

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