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Tarta de crema pastelera y frutas
La tarta de crema pastelera y frutas es uno de los grandes clásicos que puedes preparar en casa fácilmente. Es una de esas tartas o tartaletas deliciosas que amarás y amarán todos los comensales.
Receta de tarta de crema pastelera y frutas
Los clásicos siempre triunfan y esta tarta de crema pastelera y frutas es una de las grandes maravillas de la repostería. Os recomiendo escoger frutas que estén de temporada para disfrutar del máximo sabor, veréis que la combinación con la crema pastelera es ideal en cada una.
Otra recomendación es que prepararéis vuestra propia masa quebrada, es muy fácil de hacer.
Ingredientes
2 Masa quebrada:
- 500 gr. de harina
- 250 gr. de mantequilla
- 10 gr. de sal
- 120 gr. de huevo
- 60 ml de agua
Crema pastelera:
- 5 yemas
- 625 leche
- 150 gr azúcar
- 62,5 de harina de maíz
- Cáscara de limón
- Cáscara de naranja
- 1 vaina de vainilla
Frutas:
- 1 kiwi
- 1 mango
- 1 plátano
- Fresas
Preparación
- Masa quebrada
En un bol pones la harina, la mantequilla fría cortada en dados y la sal. Mezcla con los dedos hasta que tengas una mezcla harinosa.
Incorpora el agua y el huevo, mezcla.
Finalmente, comienza a amasar sobre la mesa ligeramente enharinada y bolea la masa para que quede una textura completamente lisa en el exterior. Haz una bola, la metes en el recipiente y la tapas. Reposa 30 minutos.
Divide la masa en dos, estira la masa con un rodillo y cubre el molde donde vayas a preparar la tarta.
Cubre con papel de cocina, encima pones las legumbres y lo horneas a 180º durante 15 minutos, después retiras las legumbres y lo dejas 5 minutos más. Retira, deja que se enfríe por completo y listo.
- Crema pastelera
Pon en un cazo casi toda la leche, reserva medio vaso.
Con un cuchillo afilado, clavas la punta en la vaina de vainilla haciendo un corte verticalmente que solo abra la primera capa. Con la punta del cuchillo, quitas todas las semillas de la vainilla que se encuentra en el interior de la vaina y la echas en la leche.
Añade también un trocito de la cáscara de limón y de la naranja, pero que no contenga ninguna parte blanca. Ha de se un trocito de unos 3 cm de largo cada uno.
Calienta la leche y, cuando dé su primer hervor, la apagas. Tapa y deja reposar 30 minutos.
Pasado este tiempo, cuelas la leche y la pones nuevamente al fuego, intensidad baja.
En un cuenco pones las yemas (las claras las puedes usar para otras recetas) y las mezclas bien con el azúcar.
En el medio vaso que has reservado, disuelve la maizena. Cuando la leche esté caliente, la incorporas, remueve durante unos minutos para asegurarte de que no queda ningún grumo. Y, a continuación, añades las yemas con el azúcar. Continúa removiendo de forma constante. En unos 5 minutos verás que ya empieza a estar mucho más cremosa.
Cuando tenga el punto de densidad que te guste, la vuelcas sobre la masa quebrada y la extiendes para que la cubra por completo. Deja enfriar.
Finalmente, añades las frutas peladas y cortadas a tu gusto.
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