Cómo hacer whisky casero

Se puede hacer whisky casero, destilarlo tú mismo y obtener una bebida de calidad. Te contamos su origen y cómo hacerlo en casa.

Imagen: actitudfem.com

Origen del whisky

Siempre se ha hablado de la magnificencia del whisky escocés y es que se cree que de allí proviene esta bebida tan afamada a nivel internacional.

Ya en 1405 hay referencias escritas sobre la producción del whisky por parte de los monjes pero se cree que su origen todavía es mucho más anterior. Algunos hablan de los celtas, pues ellos mismos ya realizaban la destilación de algunos cereales, y este brebaje era considerado un regalo de los dioses que despertaba el cuerpo en los duros días del invierno.

Su nombre se traduce como «agua de vida» y se produce de la destilación de la malta fermentada de diferentes cereales: maíz, cebada, centeno y trigo. Una vez que está destilado se almacena en barricas o barriles de madera para que pueda envejecer y así obtener un whisky añejo con los aromas que también aporta la madera. Tradicionalmente se utilizan maderas de roble blanco, aunque en la actualidad esto puede variar.

Habréis visto que los whisky de calidad se sirven en muy poca cantidad, uno o dos dedos. La razón no es sólo su elevado precio, también influye que está bebida suele tener un contenido alcohólico de entre 40 y 62 % del volumen.

A su vez, es importante diferenciar entre las diferentes Denominaciones de Origen del whisky.

  • Whisky escocés: desde suaves a intensos y complejos, con un mínimo de 3 años en barrica.
  • Whisky americano: Tienen aromas como el coco, la vainilla o el plátano debido a su estancia en las barricas de roble americano. Aquí hay que diferenciar entre las denominaciones de origen Bourbon y Tennessee.
  • Whisky irlandés: Elaborados principalmente con cebada, trigo o avena. Se caracterizan por ser un whisky más suave y delicado.

Cómo hacer whisky

Imagen: islesofglencoe.co.uk

La elaboración del whisky casero es algo complicada y por ello está tan valorado pero poco frecuente en la población general. Es cierto que podemos encontrarnos otro tipo de bebidas alcohólicas caseras, como el vino o la cerveza, pero conseguir un buen whisky en casa tiene más complejidad.

Para aquellos que penséis que es una tarea inviable, recordaros que el whisky comenzó preparándose de manera artesanal, así que ¿por qué no lograrlo uno mismo?

Importante. A tener en cuenta que va a ser un proceso largo, puesto que el whisky requiere de fermentación, maduración y añejamiento, como cualquier bebida de este tipo.

Sabemos que en el mundo de la gastronomía los ingredientes siempre han de ser de calidad si quieres algo realmente bueno. Con el whisky no va a ser lo contrario, es más, está directamente relacionado la calidad de los ingredientes con la posibilidad de obtener un buen alcohol.

Por ello, nada de hacer tonterías y comprar un cereal barato la primera vez para probar. Necesitas material de calidad si quieres calidad.

Ingredientes

  • 2 kg Granos de cebada
  • 9 litros de Agua
  • 1 taza de Levadura de champán

Cómo se hace whisky paso a paso

El primer paso va a consistir en procurar que los granos de cebada germinen. Para ello, hay que sumergirlos en agua hasta que brote una pequeña planta. Tienes que ir removiéndolo una o dos veces al día durante dos o tres semanas (tiempo que suele tardar) y después lo cuelas, secándolos uno a uno. Sécalos o ponlos en un horno para retirar la humedad (con cuidado).

Muele la cebada y ya habréis convertido la cebada en malta, al igual que el almidón ya se ha convertido en azúcar. Colócalo sobre un recipiente o directamente en el alambique donde vas a bañarlo durante cinco horas con agua caliente (de calidad) a tres temperaturas distintas 64°c, 78°c y f 86°c para que se cocine.

Pasado el tiempo indicado y con el agua fría, será el momento de añadir la levadura y dejar que fermente para que los azúcares se transformen en alcohol.

Si queréis que vuestro whisky sea lo más similar al whisky escocés tenéis que hacer una doble destilación del mismo. El alambique será la mejor herramienta para conseguir un whisky bien destilado, donde aumentará la segunda vez más del doble de grados de alcohol.

Después se deja en la barrica de roble blanco para que añeje, el número de años va a variar. Una vez que consiga el punto de añejo deseado se mezcla con agua para suavizar su sabor y ya se podría embotellar. Las grandes marcas de whisky escocés venden algunos con más de 40 años de edad; es muy importante el tipo de madera que utilices para que añeje, va a influir directamente en el aroma y el sabor del mismo.

Whisky ¿se toma con hielo o sin hielo?

Es muy fácil encontrar fotografías o tomas de películas en las que el protagonista se pide un whisky y se lo sirven en un vaso bajo acompañado de unos hielos, mientras que hay otros que afirman que hay que beberlo a palo seco.

La realidad es que el hielo cumple la función de enfriar la bebida y atenuar el sabor intenso del alcohol, lo que no quiere decir que pierda grados, ojo. Es más, el hielo (si es de agua mineral) provoca que los aromas y los sabores del whisky se potencien, de ahí que también sea frecuente que nos encontremos con personas que le echan un chorrito de agua mineral al vaso.

Ya nos contaréis si lleváis a cabo la elaboración del whisky y cuáles son vuestras experiencias personales en este campo de la destilación.

Fuente: thetieclub.cl, clubdelwhisky.com

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