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Lasaña de pollo casera

La lasaña de pollo es uno de esos platos deliciosos e inolvidables, de los que saben a hogar.

Receta de lasaña de pollo

Esos platos caseros que cuando se preparan en casa todo sabe de vicio, con la cremosidad de la bechamel y el crujiente del queso gratinado.

Lasaña de pollo – Ingredientes

  • 1 pechuga de pollo
  • 1/4 Pimiento verde
  • 1/4 Pimiento rojo
  • 1 cebolla pequeña
  • Un diente de ajo
  • Un chorrito de vino blanco o tinto (a vuestra elección)
  • Una pizca de sal y
  • Pimienta recién molida
  • Un tomate maduro
  • Tres placas de lasaña
  • Aceite de oliva virgen
  • Queso emmental y queso gouda (a rallar en casa)

Para la bechamel

  • Dos cucharadas de harina colmadas
  • Una cucharada de mantequilla
  • 500 ml de leche entera (aproximadamente)
  • Una pizca de sal
  • Nuez moscada

Lasaña de pollo – Preparación

Lo primero que tenéis que observar es el tipo de placa de lasaña que tenéis y seguir las indicaciones en función de lo que requieran. Por ejemplo, las mías no necesitan ningún paso previo, sólo hay que hornearlas con el resto de la lasaña.

  • Preparación del relleno

Para el relleno, empezamos con la cebolla que la picamos en trozos muy pequeños. A continuación, calentamos en una sartén un chorro de aceite y una vez esté listo, añadimos la cebolla echando sobre ella un poco de sal hasta que se poche. Hacemos lo mismo con los pimientos.

Mientras tanto, cortas en pequeños trozos la pechuga de pollo y cuando esté casi hecho el pimiento, los añades a la sartén. Cuando esté dorado el pollo añades el vino blanco y dejas que se consuma.

  • Preparación de la bechamel

Mientras tanto, nos centramos en la bechamel. En el recipiente escogido añadimos una cucharada de mantequilla y dejamos que se derrita completamente, para añadirle la cucharada de harina. Dejamos que se mezcle perfectamente, removiéndolo sin parar, y que vaya cogiendo color dorado. Una vez que todo se ha unificado, añadimos la leche poco a poco para ir deshaciendo los grumos y removemos persistentemente.

Cuando la leche se consume, es el momento de añadir una poca más y espolvorear la sal por encima. Continuamos removiendo. Cuando ya hemos trabajado lo suficiente la bechamel, alrededor de 7 minutos, la probamos para saber si su sabor ha variado (sabe más a leche, harina, necesita sal…). Cuanto más trabajes la bechamel mejor será su sabor.

Para una lasaña es mejor una bechamel que no quede absolutamente líquida ya que caerá por los bordes, también dependerá de los gustos, como comprobaréis a mí me gusta con mucha bechamel.

  • Montar la lasaña

Para montar la lasaña en el recipiente echas un poco de bechamel y colocas sobre ella la placa.

Encima de la placa, con una cucharilla vas colocando encima un poco del relleno y lo cubres con bechamel. Otra vez volvemos a hacer la misma operación y con la última placa y lo cubres con bechamel, echas por encima un poco de queso (gouda y emmental rallado) y a gratinar.

Mételo al horno precalentado a 190 – 200 grados durante 12 minutos. Después lo pones durante unos 5 minutos al grill o hasta que esté dorado.

Una vez que esté listo, sólo queda sacarlo del horno y servir en seguida. Es una lasaña de pollo para disfrutar calentita, disfrutando de todas las texturas y los sabores.

¡Que aproveche!

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