Los probióticos se han convertido en uno de los elementos más buscados en los alimentos de millones de personas en todo el mundo. Lo mejor de todo es que muchos de ellos ni saben qué es un probiótico, incluso algunos piensan que son alimentos que apoyan los ‘biotos’ (si es que acaso existe tal palabro).
Ahora en serio, los probióticos son microorganismos vivos que, en cantidades adecuadas, ayuda a mejorar el sistema inmune y a tener digestiones llevaderas y livianas. De hecho, cada vez son más los expertos que recomienda tomar más productos con buena carga de probióticos.
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¿Quieres ideas para empezar bien el día? Pues éste es el desayuno con alto contenido en probióticos que ayuda a adelgazar. De lo más completo que puedes tomar de buena mañana.
Más probióticos que el yogur y kéfir
Por un lado, puedes tomar probióticos como complemento nutricional. No obstante, lo más común ahora es recurrir a los alimentos fermentados que ya vienen cargados de ellos y resulta más sencillo incluirlos en la dieta habitual. Así, los yogures o el kéfir nunca faltan en la compra quincenal.
Ahora, son los encurtidos los que están generando una confusión lógica entre los consumidores. Para empezar, porque no todo el mundo sabe lo que son los encurtidos (alimentos conservados en vinagre). Para continuar porque algunos tienen una carga tremenda de bacterias buenas, mientras que otros no tienen. ¿Dónde está la diferencia? En el proceso de conservación y en función de si están en salmuera o en vinagre.
Según apuntan desde la Escuela de Salud Pública de Harvard, los encurtidos a seleccionar son los que ese conservan en salmuera (agua y sal marina), y no los que está en vinagre, tan potente que impide crecer las bacterias buenas.
Diferencias entre fermentación y encurtido
Buscar alimentos fermentados es clave para que estos tengan probióticos que mejores el funcionamiento de nuestro organismo.
Fermentación
La fermentación no es el momento en que tu amigo Fernando se pone a pensar en su habitación. Aunque podría serlo. La fermentación implica someter un vegetal a una solución de agua y sal y dejarlo, al menos un mes, un tarro de cristal cerrado. Así, las bacterias propias del vegetal comenzarán a echar mano del azúcar y almidón, generando el ácido láctico.
La acción de las bacterias genera una acidez que, a su vez, ayuda a conservar el alimento. En este proceso, aparecen enzimas beneficiosas, vitamina B y bacterias buenas.
Encurtidos
No, los encurtidos no es un buen nombre para un equipo de fútbol de barrio. Tampoco lo era ‘Nottingham Miedo’ y así se llamó el tuyo durante 9 años. Y no has ido a la cárcel. Qué menos que probar los encurtidos, a pesar de que no tengan probióticos.
Y no los tienen porque al conservar los alimentos en vinagre, no llegan a realizar el proceso completo de fermentación. Y es que el vinagre tiene tal acidez que impide proliferar a las bacterias. Como tu suegra, que por eso jamás se pone enferma.