Bizcocho de manzana y avena (receta fitness)

El bizcocho de manzana y avena es una receta fitness, sana y nutritiva que os resultará tremendamente deliciosa y fácil de preparar en casa, consiguiendo una textura jugosa y un toque crujiente.

Cómo hacer bizcocho de manzana y avena

El bizcocho de manzana y avena que os proponemos es una receta fitness que os puede servir para disfrutar de un desayuno jugoso, rico y nutritivo. Aunque hemos realizado algunas modificaciones, esta receta es una versión de Montse Come Sana pero, al igual que nosotros, podéis seguir haciendo vuestras modificaciones para hacerlo más vuestro.

Ingredientes

  • 175 gr harina de avena
  • 75 gr panela
  • 130 gr aceite de coco
  • 4 huevos
  • 2 manzanas
  • 50 gr copos de avena integrales
  • 7 gr de levadura química
  • Una pizca de sal
  • Granola casera

Bizcocho de manzana y avena paso a paso

Pon el aceite de coco en un recipiente apto para el microondas y derritelo en tiempos cortos, aprovechando también el calor residual.

En otro recipiente será el momento de mezclar los huevos con el azúcar. Hemos utilizado unas varillas para que quede lo más homogéneo posible, ya que veréis que la panela tiende a hacerse grumitos.

Pela las manzanas, quita el corazón de las mismas y lo cortas en pequeños dados. Incorpora a la mezcla.

Si el aceite de coco ya está atemperado, será el momento de incorporarlo a la mezcla y continuar batiendo para que quede homogéneo.

Finalmente será el momento de añadir la harina, la levadura y la sal. Remueve.

Termina incorporando los copos de avena y mézclalo bien con una espátula.

Nosotros hemos utilizado un molde de silicona, por lo que no hemos necesitado engrasar o enharinar el molde, pero no dudéis en hacerlo o incluir papel vegetal si tenéis otro molde. Vuelca toda la masa de bizcocho sobre el molde y, si quieres puedes echar unas cucharadas de granola encima de la masa.

Introduce el molde en el horno precalentado a 180º durante 25 a 35 minutos. Ve echándole un ojo al bizcocho pasados los 15 minutos para que no se dore demasiado la granola, si fuese el caso, cúbrelo con papel de aluminio. Antes de retirarlo del horno, pincha con algo puntiagudo para comprobar que salga seco.

Después ya solo queda que se enfríe por completo y a disfrutar.

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