¿Caducado? No pasa nada, hay algunos productos que te puedes comer (siempre que la fecha no sea antediluviana)

Estás en casa jugando a ‘Hogwarts Legacy‘ y, claro, tras 15 horas seguidas, te escuecen los ojos, tienes que ir al baño y, sobre todo, te ha entrado hambre. Vas a la nevera y está vacía pero recuerdas que tienes unas galletas María en el fondo del armario, que compraste cuando empezaste la carrera. Y recuerdas que la carrera la terminaste hace dos años. ¿Te las comes? Pues claro que sí, guapi.

Vaya por delante que no es lo mismo la fecha de caducidad que la fecha de consumo preferente. La primera marca la fecha hasta la que el producto es seguro de consumir. La segunda indica la fecha hasta que el alimento conserva la calidad prevista.

Y sí, lo normal es consumir los productos antes de la fecha indicada, sea la que sea, pero en determinados alimentos puedes hacer excepciones, sin riesgo a morir intoxicado, a cambiar de color o a que te salga un tercer brazo que, en determinados casos, no tiene porqué ser malo.

¿Yogures? Si han estado en nevera, aguantan mucho más de su fecha. Lo mismo pasa con los huevos, siempre que tengan aspecto comestible, algo que verás al abrirlos. Más duración tienen las galletas o los bollos, que aguantan varias semanas post fecha de consumo preferente.

Con las patatas fritas y los frutos secos pasa que no se pasan, pero sí cogen olor y sabor a rancio con el paso del tiempo.