Este delicioso desayuno de chocolate en tres texturas distintas es absolutamente impresionante, delicioso y saciante. Lo puedes preparar la noche de antes y ¡verás qué manera de empezar el día!
Receta de desayuno de chocolate con avena
Si estás cuidando tu alimentación y a la búsqueda de un desayuno saciante, que te ayude a tener toda la energía necesaria durante y el día y que te evite picar entre horas, este desayuno de chocolate con avena es una opción sensacional.
No solo resulta saciante, es que además está buenísimo y sus ingredientes te darán todo el aporte necesario. Además, es un desayuno que se prepara muy rápidamente, que puedes dejar hecho el día anterior y que no te llevará más de 5 minutos tenerlo listo.
Ingredientes
1º capa
- 40 gr. de avena
- 15 gr. de semillas de chía
- 130 ml de leche o bebida vegetal
- 10 gr. de cacao en polvo 100% sin azúcar
- 25 gr. de mantequilla de cacahuete
2º capa
- 120 gr. de yogur griego
- 1,5 -2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
- 1/2 cucharadita de miel
3º capa
- 30 gr de chocolate al 70%
- Avellanas picadas
Preparación
- 1º capa
En un recipiente pones todos los ingredientes señalados: avena, semillas de chía, leche o bebida vegetal, cacao en polvo y mantequilla de cacahuete.
Remueve suavemente hasta que esté completamente homogéneo. Sobre todo, fíjate que el cacao quede bien integrado y no queden grumos.
Lo echas en la base del recipiente.
- 2º capa
En otro recipiente mezclas el yogur griego con el cacao en polvo y un poquito de miel, siempre que no hayas comprado un yogur griego azucarado.
Una vez que hayas conseguido que la crema esté homogénea, prueba. Puedes añadir más cacao si la quieres más chocolateada.
Añade la crema sobre la avena y déjala lo más uniforme posible.
- 3º capa
Pon el chocolate a derretir al microondas, en tiempos cortos para evitar que se pueda quemar.
Una vez que esté bien derretido, lo echas por encima de la segunda capa, que todo quede bien cubierto.
Antes de que se solidifique, añades la avellana cortada en trocitos.
Puedes meterlo en la nevera hasta el día siguiente, o esperar a que esté la capa de chocolate bien sólida para que quede crujiente y sea un contraste estupendo con el resto de capas.