Era el ‘chocolate de los pobres’ y hoy es un éxito: El Superalimento de los abuelos

Entre los considerados como ‘superalimentos’ hay una que quizás sorprenda a las generaciones más jovenes. Los mayores en cambio, lo conocen bien, dado que durante mucho tiempo, fue el «chocolate de los pobres».

Era el ‘chocolate de los pobres’ y hoy es un éxito: El Superalimento de los abuelos
Nos referimos a la algarroba, el fruto del algarrobo, un árbol originario del Mediterráneo que puede vivir hasta 200 años. Su nombre científico es Ceratonia siliqua y produce unas vainas alargadas y oscuras que contienen unas semillas comestibles.

Estas semillas se pueden moler para obtener una harina muy parecida al cacao, tanto en color como en sabor, pero con muchas más propiedades nutritivas y beneficiosas para la salud.

La algarroba se ha consumido desde la antigüedad por diferentes civilizaciones, como los egipcios, los griegos o los romanos. Sin embargo, fue durante la posguerra española cuando se popularizó su uso como sustituto del chocolate, ya que este era un producto escaso y caro. Así, la algarroba se ganó el apodo de “el chocolate de los pobres”, ya que era más barata y accesible para la población.

De ahí que al menos dos generaciones crecieran comiendo este alimento. Ante la escasez de chocolate y que muchos digan que es el «superalimento de los abuelos».

Los beneficios de la algarroba

La algarroba tuvo un gran consumo durante años de escasez. Pero lo que muchos no sabían es que no solo era una alternativa económica, sino también un superalimento con múltiples beneficios para la salud.

La algarroba es rica en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, y tiene un bajo contenido en grasa y azúcar. Además, no contiene gluten ni cafeína, por lo que es apta para celíacos y personas sensibles a los estimulantes.

Entre las propiedades de la algarroba destacan las siguientes:

  • Es energética: aporta carbohidratos complejos que se asimilan lentamente y proporcionan energía de forma sostenida. Es ideal para combatir el cansancio y la debilidad, especialmente en personas mayores.
  • Es digestiva: favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento, gracias a su alto contenido en fibra soluble e insoluble. También ayuda a regular el colesterol y el azúcar en sangre, y a prevenir enfermedades cardiovasculares.
  • Es antioxidante: contiene polifenoles, unos compuestos que protegen las células del estrés oxidativo causado por los radicales libres. Estos son responsables del envejecimiento prematuro y de algunas enfermedades degenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson.
  • Es fortalecedora: contiene calcio, hierro, magnesio y otros minerales que refuerzan los huesos, los dientes, los músculos y el sistema nervioso. También aporta vitaminas del grupo B, que intervienen en el metabolismo energético y en el funcionamiento del cerebro.
  • Es saciante: su alto contenido en fibra hace que produzca una sensación de saciedad que ayuda a controlar el apetito. Esto puede contribuir a mantener un peso saludable y a prevenir la obesidad.

Cómo comer algarroba

La algarroba se puede consumir de diferentes formas, pero la más común es en forma de harina. Esta se puede usar para elaborar postres, bizcochos, galletas, batidos o bebidas vegetales.

También se puede encontrar algarroba en polvo, en copos o en trozos, para añadir a yogures, cereales o frutas. Su sabor es dulce y suave, muy similar al del chocolate, pero sin sus inconvenientes.

La algarroba es un alimento que ha pasado de ser el “chocolate de los pobres” a ser un éxito entre los amantes de lo saludable. Su valor nutricional y sus beneficios para la salud la convierten en un superalimento que no puede faltar en la dieta.

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