El CSIC sentencia: Este es el aceite más barato e igual de sano que el de oliva

El aceite de oliva está considerado como nuestro «oro líquido» (incluso el New York Times alaba nuestro aceite) y aunque siempre se dice que es el más sano y recomendable tanto para cocinar como para aderezar (la OMS lo considera como el mejor aliado en la dieta mediterránea), lo cierto es que no es el único disponible y además tampoco es el único sano. De hecho, el CSIC considera que existe otro aceite que es más barato e igual de sano que el de oliva, pero ¿de cuál se trata?.

El aceite más barato e igual de sano que el de oliva según el CSIC

El aceite de oliva virgen es considerado uno de los alimentos más saludables y beneficiosos para la salud, gracias a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados, antioxidantes, vitaminas y otros compuestos bioactivos. Sin embargo, su precio puede ser elevado y no siempre está al alcance de todos los bolsillos. ¿Existe alguna alternativa más barata y que sea igual de sana? Según un estudio del Instituto de la Grasa (IG), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la respuesta es sí: el aceite de orujo de oliva.

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El aceite de orujo de oliva se obtiene a partir de los restos sólidos que quedan después de extraer el aceite de oliva virgen, es decir, la piel, la pulpa y el hueso de las aceitunas. Estos restos se someten a un proceso de refinado que elimina las impurezas y mejora el aspecto y el sabor del aceite. El resultado es un aceite más claro y neutro que el virgen, pero que conserva gran parte de sus propiedades nutricionales.

Según el estudio del CSIC, publicado en la revista Nutrients, el aceite de orujo de oliva tiene una puntuación de 95 sobre 100 en cuanto a su perfil nutricional y saludable, igualando al aceite refinado de oliva y al aceite de lino, y solo superado por el aceite de oliva virgen, que obtiene la máxima puntuación. El estudio se basa en un algoritmo que asigna una puntuación a cada compuesto lipídico en función de las recomendaciones dietéticas y las alegaciones saludables formuladas por las principales organizaciones internacionales.

Así es el aceite de orujo de oliva

El aceite de orujo de oliva destaca por su contenido en ácido oleico (55-75 % del total), el mismo ácido graso monoinsaturado que predomina en el aceite de oliva virgen y que tiene efectos beneficiosos para el sistema cardiovascular, al reducir el colesterol LDL (malo) y aumentar el HDL (bueno). También contiene otros ácidos grasos esenciales como el linoleico (omega-6) y el linolénico (omega-3), que contribuyen al buen funcionamiento del cerebro y del sistema inmunitario.

Además, el aceite de orujo de oliva es rico en antioxidantes como los tocoferoles (vitamina E), los esteroles, los escualenos y los fenoles, que protegen las células del daño oxidativo causado por los radicales libres. Estos compuestos también tienen propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas, antimicrobianas y moduladoras del metabolismo. Asimismo, el aceite de orujo de oliva contiene otros elementos como el β-caroteno, los triterpenos, los pigmentos o los alcoholes grasos.

El aceite de orujo de oliva tiene además la ventaja de ser más barato que el aceite de oliva virgen, ya que se aprovecha un subproducto que antes se desechaba. Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el precio medio del litro de aceite de orujo de oliva en abril de 2021 fue de 2,64 euros, mientras que el del aceite de oliva virgen fue de 3,37 euros. Esto supone un ahorro de 0,73 euros por litro o un 21 % menos.

Por todo ello, el aceite de orujo de oliva puede ser una buena opción para consumir un aceite saludable y económico, sin renunciar al sabor ni a la calidad. Se puede usar tanto para cocinar como para aliñar ensaladas o tostadas, ya que resiste bien las altas temperaturas y tiene un sabor suave y agradable. Eso sí, no hay que abusar del consumo de ningún tipo de grasa o aceite, ya que tienen un alto valor calórico y pueden contribuir al sobrepeso o la obesidad si se ingieren en exceso.

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