Hacer una reserva en un restaurante y no acudir, ni avisar es de ser un poquito mala gente. Y es que la faena que se le hace a un local que tiene un espacio reservado sin poder usar, es tremenda. Como diría David Broncano: «Ta feo».
Ahora, tras la sentencia del Juzgado de Primera Instancia de San Sebastián, seguro que esto cambia. Básicamente, porque esta sentencia da la razón a los dueños del Restaurante Amelia, con dos Estrellas Michelín, que cobraron 510 euros a un cliente que hizo una reserva para tres y no se presentó.
Sí, la broma les salió a 170 euros por cabeza por no cenar. Bien jugado, máquinas. Y ojo porque esta sentencia sienta precedente y jurisprudencia para poner coto a lo que se conoce como ‘No Show’, es decir, ‘No aparecer’.
Por poner en contexto, el Restaurante Amelia pudo cobrar los 510 euros porque el local pide un adelanto de pago para confirmar la reserva. Eso ocurrió en julio de y el cliente tenía hasta 96 horas antes de la reserva para avisar y cancelar. No lo hizo y ha palmado 510 euros y, encima, no puede hablar porque todo el mundo se ha posicionado a favor del restaurante.
Por cierto, dos años después, el palo por no acudir a la reserva y no cancelarla se va a 291 euros. Es decir, en este caso, en vez de 510 euros, habrían sido 873 euros. Si al final va a tener que dar gracias y todo.