Malo para tu salud: el ingrediente que deberías quitar ya de tus desayunos

Te levantas por la mañana, te miras al espejo, te sonríes y te dices: «Hoy puede ser un gran día». Para arrancarlo como merece, te vas a la cocina, coges tu flamante exprimidor del Lidl marca Silver Crest y te haces un zumo natural de cinco naranjas que te dará fuerza para todo el día.

Y sí, ese zumo natural te va a aportar antioxidantes, minerales, fibra vegetal, sales minerales y, en algunos casos, un efecto diurético. Pero, sobre todo, te va a dar la opción de sentirte por encima del resto de tu entorno, por el mero hecho de hacerte un zumo natural cada mañana.

Pues bien, además de reconocer lo triste que es presumir de zumo natural a diario, debes saber que esta costumbre no es tan saludable como te han dicho o has creído. Y te lo explicamos.

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No al zumo natural diario

Básicamente, tomar un zumo natural de forma puntual, sí es ideal para tu organismo. En cuanto conviertes esta rutina en diaria, las desventajas que tiene superan a los beneficios que te aporta.

Y te estarás preguntando, ¿qué pasa con eso de las cinco piezas de fruta y verdura diaria? Pues que no es lo mismo una pieza de fruta diaria que un zumo de frutas. Mientras, sustituir alguna comida por un zumo natural de frutas no es demasiado recomendable. Y estos son los motivos:

• Azúcares libres – La fructosa es el azúcar principal que encuentras en las frutas. Al tomar el zumo, el aporte calórico que metemos al cuerpo es tremendo, incluso cercano a determinadas bebidas azucaradas.
• Más fruta de la recomendada – Si la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda tomar 5 piezas de fruta y verdura al día y tú tomas cinco naranjas en el zumo ya en el desayuno, mal asunto. Con tantas piezas, el azúcar en sangre aumenta. Es un peligro para diabéticos pero también para menores, pues puede provocar obesidad. La misma ‘Academia Americana de Pediatría‘ recomienda cambiar el zumo por piezas completas de fruta.

• Poco saciantes – Al comer una pieza de fruta entera, ingerimos fibras naturales que al llegar al estómago se hinchan con el agua. La sensación de saciedad y limitar ansia por comer es total y permitirá estar más tiempo saciado y sin comer o picas.
• Masticar es mejor que beber – Al masticar la comida, la sensación de saciedad es mayor que al beber. Es más, la bebida puede llegar a derivar en sensación de hambre. Resulta que te tomas un zumo para no picar entre horas y te da más hambre. Mal negocio.