¿Qué desayunan las personas que viven más y mejor? Seguramente te sorprendería saber que uno de los alimentos que no falta en la mesa de Valter Longo, el gurú de la longevidad (dicho por la revista Time) es la mantequilla de almendras. Sí, has leído bien, mantequilla de almendras. Pero no se trata de cualquier mantequilla, sino de una que se elabora con almendras naturales y sin ningún tipo de aditivo. ¿Quieres saber por qué es tan beneficiosa para la salud y cómo puedes prepararla en casa? Sigue leyendo y te lo contamos.
Los beneficios de la mantequilla de almendras
La mantequilla de almendras es un alimento rico en proteínas, grasas saludables, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Estos nutrientes contribuyen a mejorar el funcionamiento del organismo, prevenir enfermedades y retrasar el envejecimiento. Algunos de los beneficios de la mantequilla de almendras son:
- Regula el colesterol y la presión arterial: las almendras contienen ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el bueno (HDL). También aportan magnesio, que favorece la relajación de los vasos sanguíneos y la regulación de la presión arterial.
- Fortalece el sistema inmunológico: las almendras son una fuente de vitamina E, un potente antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres. Además, contienen zinc, que estimula la producción de anticuerpos y la defensa contra las infecciones.
- Mejora la salud ósea y dental: las almendras son ricas en calcio, fósforo y magnesio, tres minerales esenciales para la formación y el mantenimiento de los huesos y los dientes. También previenen la osteoporosis y la caries.
- Aporta energía y saciedad: la mantequilla de almendras es un alimento muy calórico, pero también muy nutritivo. Una cucharada de mantequilla de almendras aporta unas 100 calorías, pero también 4 gramos de proteína, 9 gramos de grasa y 3 gramos de fibra. Estos macronutrientes proporcionan energía al cuerpo y al cerebro, y al mismo tiempo generan una sensación de saciedad que evita el picoteo entre horas.
- Previene el estreñimiento: la fibra de las almendras favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Además, la mantequilla de almendras tiene un efecto lubricante que facilita la evacuación.
El desayuno del experto en longevidad
Uno de los mayores defensores de la mantequilla de almendras es el mencionado Valter Longo, el reconocido bioquímico italiano-estadounidense que ha revolucionado el campo de la longevidad con su famosa Dieta de la Longevidad (Grijalbo). Según Longo, el desayuno ideal para vivir más y mejor debe incluir cereales integrales, frutos secos y fruta, ya que estos alimentos aportan los nutrientes necesarios para empezar el día con salud.
¿Cómo se traduce esto en el plato? Pues según reveló el propio Longo a Business Insider, su desayuno favorito consiste en un friselle (un pan duro de trigo integral típico del sur de Italia) con mantequilla de almendras y una manzana. De esta forma, combina los tres ingredientes recomendados en un solo bocado, que además es delicioso y fácil de preparar.
Cómo hacer mantequilla de almendras
Si te has animado a probar la mantequilla de almendras, te alegrará saber que puedes hacerla tú mismo en casa, con muy pocos ingredientes y sin complicaciones. Solo necesitas almendras crudas, una licuadora y un poco de paciencia. Aquí tienes los pasos a seguir:
- Lo primero que debes hacer es tostar las almendras. Puedes hacerlo en una sartén, sin aceite, o en el horno, a 180ºC durante unos 10 minutos. Vigila que no se quemen, solo deben quedar ligeramente doradas. Esto hará que la mantequilla tenga más sabor y se forme más rápido.
- Una vez tostadas, deja que se enfríen un poco y luego viértelas en la licuadora. No hace falta que añadas nada más, ni agua, ni sal, ni azúcar. Las almendras soltarán su propio aceite al batirse.
- Bate las almendras a velocidad media-alta durante unos 5 o 10 minutos, dependiendo de la potencia de tu licuadora. Verás que al principio se formará una harina, luego una pasta y finalmente una crema. Es posible que tengas que parar la licuadora de vez en cuando y raspar los bordes con una espátula para que se mezcle todo bien.
- Cuando tengas la textura deseada, pasa la mantequilla a un bote de cristal y guárdala a temperatura ambiente o en la nevera, según prefieras. Te durará varios días, aunque lo más probable es que te la acabes antes.
Ya ves que hacer mantequilla de almendras es muy sencillo y que tiene muchos beneficios para la salud. ¿A qué esperas para probarla? Puedes untarla en pan, tostadas, galletas, fruta, o comerla a cucharadas. También puedes usarla para hacer recetas dulces o saladas, como bizcochos, galletas, salsas, hummus, etc. ¡Deja volar tu imaginación y disfruta de esta delicia!.