En las tierras de Castilla-La Mancha, donde el horizonte se dibuja con las siluetas de los Montes de Toledo, se forja una historia de sabor y excelencia que traspasa fronteras. Aquí, en esta región de España, se produce un queso excepcional, reconocido entre los mejores a nivel mundial y que, además, juega un papel crucial en la conservación de una raza de oveja única, propia de estas tierras y en riesgo de desaparecer.
Uno de los mejores quesos del mundo es español y se hace en Toledo
El queso manchego, con su Denominación de Origen protegida, ha sido el protagonista de un año repleto de galardones. Durante el, este queso ha sido laureado en diversas competiciones, destacando su presencia en el World Cheese Awards, el certamen más prestigioso del sector. Pero, ¿cuál es el secreto detrás de este queso que ha cautivado los paladares y jurados alrededor del mundo?.
La respuesta se encuentra en una finca llamada Dehesa Ardales, situada en Los Yébenes, dentro del término municipal de Toledo. Con más de 1.500 hectáreas de terreno, esta finca es el hogar de más de 3.000 ovejas de raza manchega negra. Esta raza, emblemática de la región y en peligro de extinción, es la fuente de una leche cruda que se transforma en el exquisito queso Panderón.
Así es El Panderón, uno de los mejores quesos del mundo
El Panderón no es un queso cualquiera; es el resultado de un cuidadoso proceso de maduración que puede durar entre 6 y 9 meses. Su producción no es masiva, sino todo lo contrario: es limitada y exclusiva, buscando mantener un estándar de calidad que justifique su posición entre los mejores del mundo. Este queso es un tesoro gastronómico que se disfruta en pequeñas cantidades, pero con un sabor que perdura en la memoria.
El Medialuna, otro de los mejores quesos del mundo de la Dehesa de Ardales
Además del Panderón, la Dehesa Ardales produce otro queso de renombre: el Medialuna. Este queso también ha sido objeto de múltiples reconocimientos, incluyendo la Medalla de Oro por la Cofradía del Queso Manchego y también la Medalla de Oro en el World Cheese Awards dentro de la categoría de Mejor queso curado artesano. A diferencia del Panderón, el Medialuna ofrece una mayor accesibilidad, con opciones que van desde el semicurado hasta el añejo, y se elabora tanto con leche cruda como pasteurizada.
Pero más allá de los premios y el reconocimiento, lo que realmente hace especial a estos quesos es su sabor único. Un sabor que es un reflejo del paisaje toledano, de la flora de la dehesa, y del cuidado con el que se crían las ovejas manchegas negras. Es un sabor que habla de la pasión por la tierra, de la dedicación de los pastores y queseros, y de un legado que se ha transmitido de generación en generación.
En un mundo donde la producción en masa y la estandarización amenazan con borrar las peculiaridades locales, quesos como el Panderón y el Medialuna son un recordatorio de la importancia de preservar nuestras tradiciones. Son un homenaje a la biodiversidad, a la cultura y al arte de hacer queso, que en Toledo, se ha convertido en una forma de arte que trasciende fronteras. Así, cuando hablamos de los mejores quesos del mundo, no podemos dejar de mencionar a estos embajadores españoles. Ellos no solo representan la cumbre de la calidad quesera, sino que también son guardianes de una herencia invaluable. En cada bocado de Panderón o Medialuna, no solo degustamos un queso; saboreamos la historia, la naturaleza y el alma de Toledo.