Las albóndigas de pavo al horno con salsa de arándanos son jugosas por dentro y el toque cítrico de la salsa es absolutamente delicioso. Un plato con pocas grasas y súper sabroso.
Receta Albóndigas de pavo al horno con salsa de arándanos
Las albóndigas de pavo al horno con salsa de arándanos es un plato más sano y más ligero.
Finalmente, para poder servir esta receta podéis acompañarla con puré de patatas (lo más tradicional de las festividades de Acción de Gracias) o podéis añadir con arroz blanco, o con lo que más os guste.
Albóndigas de pavo al horno con salsa de arándanos – Ingredientes
- 400 g de carne picada de pechuga de pavo
- 1 huevo grande
- 20 gr de pan rallado
- 2 ajos
- 2 ramitas de perejil
- Sal al gusto
- Pimenta recién molida
- Harina
Para la salsa:
- 1 naranja
- 220 gr. de arándanos
Cómo hacer albóndigas de pavo al horno con salsa de arándanos
Pon el horno a calentarse a 200º.
Echa los arándanos sobre un recipiente apto para el horno. Corta la naranja a la mitad, un cuarto de ella la cortas en trocitos y el resto lo exprimes encima de los arándanos.
Si has comprado la pechuga entera o el solomillo, límpialo primero para retirar cualquier grasa o cernilla y después la troceas. Lo metes en la picadora y en un minuto la tendrás picada, échalo en un recipiente y añades la sal junto con la pimienta negra.
Pela los dientes de ajo y lo pasas por un prensador, lo añades a la carne picada. Si no tienes prensador, lo picas muy finito y chiquitito.
Limpia los ramilletes de perejil y los cortas muy pequeñito también, lo añades a la carne.
Bate el huevo en un bol y, cuando lo tengas listo, añades el pan rallado. Lo vuelves a batir y lo incorporas también a la carne.
Mézclalo todo con las manos hasta que esté completamente homogénea. Ve cogiendo porciones de carne picada, si utilizas una cuchara podrás conseguir que todas las albóndigas tengan un tamaño aproximado. Pasas las albóndigas por harina, que queden rebozadas pero que no quede una capa gruesa, dale unos golpecitos para que queden una capa muy ligera.
Coloca cada albóndiga sobre los arándanos y lo llevas todo al horno durante 30 minutos. Verás que se van dorando.
Una vez las tengas, ya solo queda servirlas y a disfrutar de ellas bien calentitas.
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