Los bagels caseros son ideales para los brunch, para los desayunos y cenas.
Receta fácil de bagels caseros
El bagel es originario de Polonia, aunque donde se popularizó muchísimo fue en Nueva York, desde donde creo que se ha internacionalizado por todo el mundo. Su forma circular, con el agujerito en el centro es el formado más característico y reconocible. A diferencia de otro tipo de panes, los bagels se cuecen durante muy poquito tiempo en agua y después se hornean.
La receta que hemos seguido y os compartimos es de Irene e Iván, de Pimienta Dulce, quienes tienen un blog y su propia escuela donde van enseñando cómo preparar masas como el hojaldre, la focaccia o el pan de masa madre. Es una absoluta maravilla su trabajo, por lo que os los recomiendo muchísimo.
Ingredientes para hacer bagels caseros
Para 11 bagels:
- 600 gr de harina panificable o de media fuerza
- 350 gr. de harina de fuerza
- 520 gr de agua *
- 20 gr. de azúcar
- 15 gr. de sal
- 12 gr de jarabe de arce
- 3 gr de levadura seca de panadería (9 gr de levadura fresca)
Para la cocción y decoración:
- 2 cucharadas de bicarbonato
- Semillas de amapola, sésamo o las que te gusten
*en mi caso, ya que mi harina absorbe mucho agua y ya nos conocemos de hace tiempo, he subido a 550 ml. Si no conoces tu harina, quédate en 520 gr de agua, si sueles trabajar con masas y conoces la absorción de agua que realiza, manéjate según tu experiencia. Lo primero que tienes que saber se trata de una masa más bien seca, así que no tiene que tener una alta hidratación ni muchísimo menos.
Cómo hacer bagels caseros
Pon todos los ingredientes en un recipiente alto, mezcla y, cuando veas que ya no va a más, vuelca el contenido sobre la mesa de trabajo y amasa con las manos. Tienes que amasar hasta que la superficie quede lisa, así que te va a llevar unos cuantos minutos lograrlo.
Una vez esté lisa, la divides en 10 u 11 porciones de 140 a 150 gr cada uno. Tan sencillo como que vayas cortando la masa con un cuchillo y la vayas pesando.
Con cada una de las porciones que cortes la boleas (te dejo un vídeo para que veas cómo se hace) y las vas colocando en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Según las vayas teniendo las vas colocando y las dejas tapadas con un trapo de cocina.
Déjalo reposar 30 minutos.
Haces un agujero en el centro de la bola con el dedo, vas agrandando el agujero hasta que entren dos dedos y lo estiras un poco.
Déjalo reposar tapado hasta que dupliquen el tamaño o bien las puedes meter en la nevera toda la noche para que la fermentación se haga más lentamente, lo que suele beneficiar en el sabor.
Pasado este tiempo, pones una cacerola con 5 litros de agua al fuego con dos cucharadas de bicarbonato. Cuando hierva, añades de dos en dos o de tres en tres los bagels. Tienen que cocerse 30 segundos por cada lado, los retiras con cuidado, que pierdan un poco de agua y los vas colocando sobre una bandeja con papel de horno (a mí se me acabó el papel y utilicé la rejilla, pero se queda ligeramente pegado al hornear, así que no es recomendable salvo que no tengas otra opción).
Echa por encima de cada bagel las semillas que hayas escogido, en mi caso, hemos utilizado semillas de amapola.
Introduce la bandeja con los bagels en el horno cuando ya haya alcanzado la temperatura de 210 grados. El tiempo de horneado es hasta que estén dorados, en mi caso, han sido unos 13 minutos aproximadamente, pero depende de cada horno.
Cuando los tengas, los colocas con cuidado sobre una rejilla para que se enfríen y a disfrutar.
Otras recetas de masas de pan que os pueden gustar son:
- Muffins ingleses, english muffins o pan sin horno
- Pan de molde de centeno 100%