Coulant de dulce de leche o volcán de manjar

El coulant de dulce de leche, también llamado volcán de manjar, es uno de esos postres que se preparan en poquísimos minutos y que nos dan como resultado un auténtico tesoro para el paladar.

Receta de coulant de dulce de leche

El coulant originalmente es de chocolate y, por fuera, parece un pequeño bizcocho del tamaño de un flan individual. Hasta aquí nada llamaría la atención pero, una vez que lo partes, ¡sorpresa! su interior está completamente fundido, se desparrama por el plato la salsa y su sabor es impresionante. Como curiosidad, es un postre más bien reciente, el chef francés Michel Bras en 1981.

La receta que hemos preparado es de María Gálvez Enseñat, Goutdhestia. Impresionante.

Ingredientes para el volcán de manjar

  • 4 huevos + 2 yemas
  • 30 gr. de harina
  • 400 gr. de dulce de leche
  • 160 de mantequilla
  • 30 gr. de azúcar

Cómo hacer un volcán de dulce de leche

La preparación es muy rápida por lo que pon el horno a calentarse a 160 grados.

Pon el dulce de leche y la mantequilla en un bol grande. Calienta al baño maría el dulce de leche junto con la mantequilla (ella lo hace por separado, para ablandar la mantequilla y luego los mezcla). Con esto vamos a conseguir que el dulce de leche esté más ligero y más fácil de mezclar en los siguientes pasos.

En otro recipiente diferente pones los huevos con las dos yemas extras más el azúcar. Mezcla, no batir. ¿Por qué? Si mezclas, das aire y para esta preparación no se necesita esponjosidad ni aireado en el bizcochito.

Incorpora la mezcla de huevos y azúcar a la del dulce de leche. Remueve suavemente hasta conseguir una mezcla homogénea.

Añade la harina a la mezcla y, de nuevo, remueve con suavidad hasta que esté incorporado.

Engrasa los moldes que vayas a utilizar con un poquito de mantequilla. Si utilizáis moldes de silicona no es necesario. En mi caso, unas flaneras individuales. Rellénalas con la mezcla hasta los 3/4. **

Mételo en el horno de 6 a 10 minutos. El tiempo es tan amplio porque va a depender del horno. Desde los 6 minutos, ve vigilando constantemente, aumentando de dos en dos y fijándote en el proceso. Para saber que está hecho tienen que estar los bordes sólidos, que se despeguen un poquito y el interior un poco blandito. En seguida se os acostumbrará el ojo.

Una vez los tengáis, los retiráis del horno y dejáis que se atempere un momento para que no se rompa sin más al desmoldarse.

**Si queréis congelarlos éste sería el momento de hacerlo. Una vez bien fríos los tapáis bien con film y al congelador bien rectos. Después, cuando queráis cocinarlos, se meten directamente en el horno caliente a 180º durante 16 minutos. Ya sabéis en qué hay que fijarse porque, como decíamos antes, cada horno puede variar.

¿La mejor recomendación? Hacer uno de más y hacer la prueba previamente con él para saber cómo funciona el horno y en qué cositas fijaros.

Si quieres ponerle algún acompañamiento, las bolas de helado y los frutos rojos siempre son una opción grandiosa.

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