El truco del pescadero para saber si el pescado que compras es fresco o no

El pescado es un alimento muy saludable y sabroso, pero solo si lo consumimos fresco. De lo contrario, puede perder sus propiedades nutricionales y su sabor, e incluso puede resultar peligroso para nuestra salud. Por eso, es importante saber cómo reconocer un pescado fresco cuando vamos a comprarlo, y cómo conservarlo adecuadamente en casa.

Trucos para saber si el pescado es fresco

Foto: Getty/ Victor Vladkov

Hay varios aspectos que nos pueden indicar la frescura de un pescado, y que debemos observar con atención antes de comprarlo. Por ello es importante tener en cuenta las claves que ahora te damos y que te permitirán saber si un pescado es fresco o no.

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  • Los ojos: Un pescado fresco tiene los ojos brillantes, salientes y transparentes. Si los ojos están hundidos, secos, opacos o con manchas, es señal de que el pescado no está fresco o ha sido mal conservado.
  • El olor: Un pescado fresco tiene un olor suave y marino, que no resulta desagradable. Si el pescado huele a amoniaco, a ácido o a podrido, significa que está en mal estado y puede ser perjudicial para nuestra salud.
  • Las branquias: Las branquias son las partes que se encuentran a los lados de la cabeza del pescado, y que le permiten respirar. En un pescado fresco, las branquias son de color rojo intenso, limpias, brillantes y húmedas. Si las branquias están de color marrón, gris o verde, sucias, secas o blandas, el pescado ha perdido frescura y calidad.
  • La piel: La piel de un pescado fresco es brillante, elástica y con un tono metálico, que refleja la luz. La piel está bien pegada a la carne, y tiene los colores bien definidos. Si la piel está opaca, arrugada, descolorida o se desprende fácilmente, el pescado no es fresco.
  • Las escamas: Las escamas son las pequeñas placas que cubren la piel del pescado, y que le dan un aspecto plateado. En un pescado fresco, las escamas están firmes y completas, y cubren toda la superficie de la piel. Si las escamas están sueltas, rotas o faltan, el pescado ha perdido frescura o ha sido mal manipulado.
  • La carne: La carne de un pescado fresco es firme, compacta y jugosa. Si presionamos la carne con el dedo, debe volver a su forma original rápidamente. Si la carne está blanda, seca, deshilachada o se queda marcada con el dedo, el pescado no es fresco.

¿Y cómo saberlo en los filetes?

Estos criterios nos sirven para el pescado entero, pero también podemos aplicarlos al pescado en filetes o trozos, aunque con algunas diferencias. Por ejemplo, en el pescado en filetes no podemos ver los ojos ni las branquias, pero sí podemos fijarnos en el olor, la piel, las escamas y la carne y además hacer una prueba de tacto, que consistirá en presionar el filete con el dedo y comprobar si la huella del dedo permanece. En caso de que sea así, indicará que no es fresco.

Cómo comprar un pescado fresco

Foto: Pexels / Victor Vladkov

Además de observar el aspecto del pescado, también debemos tener en cuenta cómo está expuesto y presentado en la pescadería. Estas son algunas recomendaciones para comprar un pescado fresco:

  • Debe estar sobre una capa de hielo, excepto la parte que da al cliente, que debe estar inclinada para facilitar el drenaje del agua. El hielo ayuda a mantener la temperatura y la humedad del pescado, y evita el crecimiento de bacterias.
  • El pescado en filetes o trozos debe estar separado del pescado entero, y no debe tocar el hielo directamente, ya que puede dañar la carne. El pescado en filetes o trozos debe estar envuelto en papel o plástico, y etiquetado con el nombre, el origen y la fecha de caducidad.
  • Debe estar limpio y sin restos de sangre, vísceras o suciedad. Si el pescado está sucio, puede ser un indicio de que no se ha manipulado correctamente o de que lleva mucho tiempo expuesto.
  • El aspecto debe ser fresco y atractivo, sin signos de deterioro o descomposición. Si el pescado tiene un aspecto desagradable, puede ser un riesgo para nuestra salud.

Tips para conservar bien el pescado fresco

Una vez que hemos comprado el pescado fresco, debemos conservarlo adecuadamente en casa, para que no pierda sus propiedades ni su sabor. Estos son algunos consejos para conservar el pescado fresco en casa:

  • Debe guardarse en la nevera, en la parte más fría, que suele ser la inferior. La temperatura ideal es entre 0 y 4 grados centígrados, y la humedad entre el 80 y el 90 por ciento.
  • El pescado fresco debe consumirse lo antes posible, preferiblemente el mismo día de la compra, o como máximo al día siguiente. Si no vamos a consumirlo pronto, es mejor congelarlo, ya que así se conserva mejor y se evita el riesgo de intoxicación.
  • El pescado fresco debe guardarse en un recipiente hermético, o envuelto en papel o plástico, para evitar que se seque o que se contamine con otros alimentos. También se puede cubrir con una capa de hielo, para mantenerlo frío y húmedo.
  • Se tiene que limpiar bien antes de guardarlo o de cocinarlo, quitando las escamas, las vísceras, la cabeza y la cola, si es necesario. Así se elimina el olor y se facilita la cocción.
  • El pescado fresco debe cocinarse bien, hasta que la carne se separe fácilmente de la espina, y tenga un color blanco o rosado, según la especie. El pescado crudo puede contener parásitos o bacterias que pueden causar enfermedades.

Siguiendo estos consejos, podremos disfrutar del pescado fresco, un alimento delicioso y nutritivo, que nos aporta proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales. El pescado fresco es un ingrediente esencial para una dieta sana y equilibrada.

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