Los flamenquines de jamón y queso roquefort son tremendos. Una combinación perfecta de queso roquefort con ternera, jamón serrano y un crujiente empanado.
Receta de Flamenquines de jamón y queso roquefort
A la hora de hacer la compra tenéis que pedirle a vuestro carnicero que os parta los filetes finitos. Si al final los veis gruesos no pasa absolutamente nada, puesto que podemos aplanarlos más en casa, pero la idea es que sean finos para que se pasen bien en la sartén.
Flamenquines de jamón y queso roquefort – Ingredientes
- 4 filetes de ternera (2 por persona)
- 100 gr. de queso roquefort
- 100 gr de jamón serrano loncheado
- Pan rallado
- Harina
- 1 huevo
- Aceite de oliva o de semillas
- Patatas, romero y sal gorda/escamas
Cómo hacer Flamenquines de jamón y queso roquefort
Coloca un filete en una hoja de papel vegetal o sulfurizado, cúbrelo con el mismo, y golpea el filete para que quede finito. Si es necesario, corta los bordes para obtener un filete lo más rectangular posible.
Extiende el filete y lo cubres con las lonchas de jamón, que no quede resquicio en el medio pero tampoco puede sobresalir al filete.
En uno de los laterales colocas el queso roquefort troceado, que forme una hilera. Tampoco debe de sobresalir al filete, es más, es conveniente que está un poquito más metido para el centro para que con el calor no aparezca en la sartén.
A continuación, enrolla la ternera para tener el flamenquín. Comienza cubriendo el queso con el filete, enrollando desde la zona donde está ubicado. Presiona suavemente para que quede prieto y bien formado. Termina de enrollarlo y presiona suavemente para que queden fijados los laterales de la ternera.
Prepara tres platos para el rebozado: harina, huevo batido y pan rallado. Ese va a ser el orden del rebozado pero, ten en cuenta que cuando lo pases por la harina tienes que retirar la harina sobrante con las manos; lo único que queremos es que quede una capa muy ligera en tono blanco, ligerísima. En cada capa cada filete tiene que quedar muy bien cubierto. Cuando los tengas, lo colocas en un plato y reservas en la nevera.
Enciende el horno a 200º. En una bandeja de horno o apta para el horno echas un chorrito de aceite y la reservas fuera del mismo. Pela las patatas, las lavas y las cortas en gajos. Las colocas en la bandeja del horno sobre el aceite, echas un poco de sal y unas hojitas de romero por encima. Lo metes en el horno y en unos 20 a 30 minutos las tendrás doradas por fuera y tiernas por dentro.
Una vez que ya hayas dejado las patatas en el horno, calcula que los filetes estarán listos -como mucho- en 15 minutos, pues lo ideal es comerlos recién salidos de la sartén.
Llega la hora de freír los flamenquines. Pon una sartén con abundante aceite a fuego medio alto y cuando esté caliente se añade el flamenquín y se deja que se vaya dorando por cada uno de los lados. Lo giras cuando veas que alcanza un tono marrón dorado, así en cada uno de los lados. Una vez que estén listos, dorados por cada lado, los retiras sobre un plato forrado con papel de cocina para que absorba la grasa sobrante.
Emplata rápidamente y a comer bien calentitos.
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