Magdalenas de limón fáciles y esponjosas

Estas magdalenas de limón tienen esa textura maravillosamente esponjosa, suave y delicada, como todas las buenas magdalenas caseras, y están deliciosamente ricas. El sabor del limón es suave y perfecto, con sus toques de aroma y en el paladar.

Receta de Magdalenas de limón

La receta que hoy os traigo no es mía, es una versión de la receta de Su de Webos Fritos que tiene un libro de Magdalenas, entre muchos otros, y lo tenéis disponible en papel y en ebook. Se trata de un recetario que cuenta con 56 recetas de magdalenas de todas las formas, sabores y gustos.

Magdalenas de limón – Ingredientes

• 250 gr de azúcar
• Ralladura de 1 limón
• 3 huevos
• 2 cucharadas de zumo de limón
• 50 gr de aceite de oliva virgen extra
• 25 gr. de aceite de semillas
• 110 gr de nata para montar (o leche entera)
• 250 gr de harina de repostería (harina floja)
• 12 gr de levadura química Royal

Cómo hacer magdalenas de limón

Primera recomendación: tenlo todo pesado y preparado para que puedas hacer la receta de seguido. Vais a ver que la preparación es rapidísima y que puede hacerla cualquiera pero es recomendable que sigáis unos consejos básicos para conseguir unas buenas magdalenas de limón:

1. Todos los ingredientes han de estar a una temperatura similar
2. Las herramientas que vayas a utilizar, como el molde, no puede estar excesivamente frío o con mucho contraste con la temperatura de los ingredientes.
3. El tiempo de preparación de la masa es rapidísimo, como mucho te llevará 15 minutos pero súmale 30 minutos de enfriamiento de la masa.

En un recipiente mezcla el azúcar con la ralladura de un limón. A la hora del limón fíjate que solo caiga lo amarillo y no lo blanco, así que no ralles con mucha profundidad sobre una misma zona.

Incorpora los tres huevos a la vez y bate durante 5 minutos con unas varillas eléctricas. Verás que obtienes una crema espumosa y que duplica el tamaño.

Incorpora el zumo de limón, los aceites (Su utiliza solo aceite de oliva, yo lo he mezclado que el mío era muy intenso), la nata, la harina y la levadura química. Con ayuda de una espátula mezclas todos los ingredientes para que quede homogéneo. No hay que mezclar en exceso.

Pon una cápsula de papel en cada boquilla del molde de magdalenas o muffins. Rellénalas 3/4 partes con la masa que tenemos lista. Puedes ayudarte de una cuchara o de una manga pastelera (esta última opción te ayudará a que quede más homogénea la masa por toda la superficie). Cubre con papel transparente y llevas los moldes a la nevera durante 30 minutos, incluso podrías dejarlo toda una noche.*

* El hecho de que se lleve la masa a la nevera durante ese tiempo es para generar un contraste de calor con la temperatura alta del horno y así se forme el copete típico de las magdalenas. No es obligatorio pero es recomendable.

Calienta el horno a 250 grados durante unos 15 minutos. Saca las magdalenas de la nevera y echas un poquito de azúcar por encima, baja la temperatura del horno a 220 grados y mete las magdalenas durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, lo bajas a 200 grados y las dejas entre 3 y 5 minutos.

Después solo tienes que dejarlas enfriar y a disfrutarlas. Si has hecho de más puedes congelarlas, igual que haces con los bizcochos, y para consumirlas las dejas que se descongelen a temperatura ambiente.

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