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Pollo al horno con arándanos y naranja

El pollo al horno con arándanos y naranja, hojas de salvia y una capa de mantequilla aromatizada es indescriptible. Un plato económico, fácil de preparar y el resultado es sencillamente espectacular.

Receta de pollo al horno con arándanos y naranja

La receta de pollo al horno con arándanos y naranja es un plato fabuloso, tan fácil de hacer y da para tantos comensales que es una opción maravillosa para días especiales.

A pesar de que no tiene ninguna complejidad preparar esta receta de pollo al horno con arándanos y naranja, es importante que tengas en cuenta que va a necesitar un tiempo de cocción de unos 80 – 90 minutos.

Pollo al horno con arándanos y naranja – Ingredientes

Ingredientes del pollo al horno:

  • 2 kg de pollo limpio
  • 300 gr de arándanos (frescos o congelados)
  • 1 naranja grande
  • 50 gr de mantequilla
  • Hojas de salvia fresca
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de pimienta recién molida
  • 1/2 cucharada de reducción de vinagre de módena

Ingredientes para el puré de patata:

  • 1 kilo de patatas (a poder ser harinosas)
  • Agua
  • 1 cucharada de sal
  • Un chorro de leche
  • 2 cucharadas de mantequilla

Cómo hacer pollo al horno con arándanos y naranja

Precalienta el horno a 220 grados.

Coloca los arándanos en la fuente de horno que vayas a utilizar.

Mezcla en un recipiente la mantequilla atemperada o dale unos minutos en el microondas. Añade un par de hojitas de salvia troceadas, la sal, la piel rallada de naranja (sin lo blanco), la reducción del vinagre de módena y la pimienta recién molida, mezcla todo bien.

Masajea el pollo por todos lados con la mezcla de mantequilla que has hecho anteriormente, que quede bien embadurnado.

Coloca el pollo sobre la fuente de horno que tiene los arándanos, después añade las hojas de salvia sobre los arándanos.

Corta en cuatro trozos la naranja que ya has rallado y exprime el zumo sobre el pollo.

Coloca los cuatro trozos de naranja en la fuente del horno y lo introduces durante 35 minutos. Pasado este tiempo es el momento de bajar la temperatura a 180 grados y lo dejas unos 45 minutos.

En los últimos 30 minutos ponte a preparar el puré de patata. Pon una cacerola con abundante agua y un poco de sal, pones las patatas enteras y sin pelar. Tardarás unos 20 minutos hasta que estén cocidas, podrás verlo cuando pinches la patata con un cuchillo y salga fácil. Después retiras el agua, puedes reservar una poca, y pelas las patatas mientras estén calientes. Las puedes aplastar con un tenedor y añadir leche o el agua de la cocción como líquido, además de añadir la mantequilla para que quede una textura deliciosa.

Verás que queda una piel tostada y crujiente, un tono marroncito fenomenal, así que no te preocupes si ves que está con ese tono ¡no se ha quemado! Es el efecto de la reducción del vinagre de Módena.

Ya solo queda servir y disfrutar.

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