¿Por qué se le añade sal a los postres?

Todavía hay muchísimas personas que no agregan sal a los postres y es de lo más lógico si uno nunca ha leído o escuchado hablar sobre lo que la sal le aporta al dulce. Os vamos a contar por qué es tan frecuente encontrarla en las recetas de postres y, si empezáis a incorporarla, veréis qué cambio tan interesante.

Antes de adentrarnos en los beneficios de la sal en el dulce ¿sabías que existe la sal gema, que no es la misma que la sal marina? Preparándome para este artículo encontré un artículo de Jumsal en el que describe que la sal gema que ellos trabajan se extrae de diapiros salinos de la Sierra del Carche de Jumilla (región de Murcia), es decir, de mares de hace 200 millones de años que se han secado y que al no haberse visto afectados por la mano del hombre se considera que hoy día se obtiene una sal natural, limpia y pura. La sal marina, sin embargo, se obtiene de la evaporación del agua del océano o de los lagos de agua salada, que hoy día se considera ensuciada por el ser humano y que puede contener microplásticos.

Potencia el sabor

El uso de la sal en los postres, en las cantidades en las que se añade, hace que se potencie el sabor dulce, lo cual no quiere decir que convierta un postre en salado. Para conseguirlo no hace falta añadir mucha sal si no que con una pizca de la misma podéis obtener toda una explosión de sabores. Por ello, tampoco hay que demonizar la sal en los postres y dulces caseros, pues cada uno controla la cantidad que incorpora.

Uno de los mejores ejemplos de cómo la sal obra maravillas es nuestra receta de galletas al estilo Chips Ahoy o cualquier combinación donde haya chocolate.

Conservación

Desde tiempos inmemoriales la sal se utiliza por su cualidad de conservante. La razón es que el cloruro de sodio atrae la humedad, lo que se traduce en que la textura se mantiene en buen estado durante más tiempo. Por ello, se utiliza en todo tipo de masas dulces para evitar que se resequen y queden rancios.

Potencia la coloración

Si quieres que tu postre quede con un exterior más bonito y atractivo, la sal también te puede ayudar con esto. Es curioso como las masas horneadas adquieren una corteza más dorada, crujiente y caramelizada con el uso de una pizca de sal.

Consistencia

La sal ayuda a que tus postres tengan una mejor consistencia, razón por la que se incorpora una pizquita de sal cuando quieres montar unas claras a punto de nieve o hacer un merengue. Igualmente sucede en masas como el pan u otro tipo de masas levadas, la sal favorece una mejor estructura.

Fermentación lenta

Todos los que nos habéis leído en las recetas de panes sabéis que una fermentación lenta es clave para que la masa adquiera todo el sabor y el aroma que hará que sea un producto fantástico. Lo mismo sucede con el resto de masas, se requiere que sean lentas, a su ritmo y no que se disparen por el efecto de la levadura. En esto juega un papel importante la sal, que ralentiza y mejora la construcción de sabores.

Decoración

Todos los puntos anteriores hacían referencia a la sal dentro de la propia receta pero también, hoy día, se incorpora la sal en escamas como decoración en muchas recetas dulces. Sobre todo ocurre con los chocolates pues la combinación entre ambas es algo impresionante, no sala como tal si no que contrasta y potencia el sabor dulce del cacao. Además, también aporta un juego de texturas cuando hablamos de un postre cremoso y de repente uno se encuentra unos cristalitos de sal. Todo suma.

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