Saganaki: receta griega de queso feta frito

Esta receta griega de queso feta frito, saganaki, es uno de mis platos favoritos de esta gastronomía. Es muy sencillo de preparar, no te va a llevar mucho tiempo y verás que el resultado es delicioso. Además, te comparto algunos trucos que te lo harán aún más fácil.

Receta griega de queso feta frito

Uno de los platos que me apasionaron de mi viaje por Grecia fue el saganaki, que no es otra cosa que un delicioso queso frito pero que hay que pillarle ese punto para que quede tierno por dentro (que no fundente) y con una capa exterior bien dorada.

Para los que no lo conozcáis, el queso feta es un queso que se cura en salmuera, razón por la que no vamos a añadir sal en ningún paso de esta receta. Tiene un sabor ideal para combinarlo con multitud de ingredientes y, hoy día, lo puedes encontrar en todos los supermercados.

Más cosas del Saganaki. Es un plato pensado para compartir, que lo vas a encontrar presentado de muchas maneras y ésta, solo es una opción más, planteada por Irini Tzortzoglou que me encantó.

Ingredientes

• 1 queso feta (150 – 200 gramos)
• Harina
• Huevo
• Almendras laminadas
• Pimienta recién molida
• Aceite de oliva
• Miel

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Preparación

Coloca tres platos en la mesa de trabajo y en uno pones un poco de harina con un poco de pimienta recién molida, en otro almendras laminadas y en otro un huevo batido.

Primero, pasas el feta por el plato de la harina con pimienta. Es importante que te fijes en que tiene que quedar una película muy fina por toda la superficie del feta, incluidos los laterales. Pero, reitero, una película muy fina, por lo que si ves que en algún lado queda más gruesa, con unos ligeros golpecitos que le des al feta verás que cae.

Después, pasa el feta por el huevo batido. Ha de quedar totalmente impregnado, por todos los lados, pues el huevo va a ser el pegamento para el toque final.

Ahora, coloca el feta sobre las almendras laminadas y fíjate en que toda la superficie queda pegada por una capita de almendras. Incluye igualmente los laterales. Si ves que alguna zona se resiste, puedes añadir un poquito de huevo en ese lugar y colocar rápidamente una almendra.

Pon una sartén al fuego con aceite. No es necesario que haya mucha cantidad, pues vamos a ir girándolo despacio. Cuando el aceite esté caliente, se pone el feta a fuego medio para que las almendras se vayan dorando y vaya calentándose también por dentro. Con cuidado, lo giras para que se dore por el otro lado y, haces lo mismo para cada uno de los laterales.

Una vez lo tengas, lo pones sobre un plato cubierto con papel de cocina para que pierda la grasa sobrante y enseguida sirves con miel por encima. Te aconsejo que lleves la miel a la mesa para servir al gusto.

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