Si haces esto puedes sufrir una grave intoxicación

Nadie, absolutamente nadie, está a salvo de una grave intoxicación alimentaria. Un producto que compramos en mal estado, una cena en un restaurante que se acaba torciendo o un alimento que está pasado pero no nos damos cuenta y lo comemos. Al final, son cosas que han pasado, pasan y seguirán pasando. Accidentes se llaman.

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Ahora, sufrir una intoxicación por una negligencia propia tiene más delito. Y ahí es donde queremos llegar, pues hay una práctica más habitual de lo que parece en millones de hogares que puede derivar una grave intoxicación. Hablamos de guardar una olla en la nevera con la comida dentro. Sí, es muy peligroso. Y ya que estamos, aquí tienes otro consejo para evitar intoxicaciones en verano, ahora que mucha gente está de vacaciones.

Que no se te vaya la olla (a la nevera)

Ha sido la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que ha lanzado el aviso a toda la población: la conservación de comida ya preparada en una olla no es la adecuada en el entorno frío y húmedo de una nevera. ¿El problema? Que al ser un elemento fabricado en aluminio, el proceso de oxidación se acelera, llegando a afectar a los alimentos y haciendo que estén en mal estado antes de tiempo. Lo que normalmente te aguanta 3-4 días en el frigorífico, reduce de forma notable ese margen si está en contacto con el aluminio de la olla en la nevera.

A esto hay que sumar que una olla es mucho menos higiénica que otros recipientes adecuados para guardar comida en el frigorífico, como pueden ser los túper de toda la vida.

Y, ojo, el asunto no va de meter la comida caliente en el frigorífico, según reconocen desde la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), sino en el material del que está hecho la olla. De hecho, desde la FDA confirman que no hay problema en que la comida llegue a la nevera aún estando caliente.

¿Cómo conservar alimentos en la nevera?

Ante tal panorama, la Organización de Usuarios y Consumidores (OCU) ofrece un buen puñado de consejos sobre cómo guardar en las mejores condiciones los alimentos ya cocinados en la nevera.

• Cerrado – Es importante envolver la comida de forma correcta. Por tanto, lo mejor es usar recipientes de plástico, de cristal o bolsas con cierre tipo zip.
• Temperatura – Como ha confirmado la FDA, no pasa nada por guardar la comida hecha en la nevera cuando ya esté templada. Lo único que pasará es que, hasta que coja temperatura, bajará la del frigorífico y aumentará un poco el consumo. No demasiado. Lo que está claro es que no afectará a tu salud.
• Congelar – Si vas a tardar en consumir la comida que vas a guardar en el frigorífico, la recomendación es congelarlo, en vez de guardarlo en la nevera.
• Manos limpias – Si vas a manipular alimentos que llevan tiempo en la nevera, lávate bien las manos y no uses con ellos cubiertos que tengas restos. Mejor prevenir