Tarta de coco facilísima

Receta de tarta de coco facilísima, para los auténticos amantes del coco y los que quieren un postre fácil sin tener que renunciar a lo auténticamente bueno.

Receta de tarta de coco fácil y rápida

Esta tarta de coco es de Orielo’s Kitchen, con el fue la primera vez que probé los productos sin lactosa y me conciencié muchísimo más de lo que era la intolerancia a la lactosa y de cómo podía trastocar la alimentación ¡cuántos alimentos tienen leche! Hace años, os hablo, no había tantos productos sin lactosa como hay hoy día, ni tampoco había tanta concienciación.

Ingredientes

  • 250 ml de leche
  • 3 huevos
  • 140 gr. de coco rallado
  • 14 galletas tipo maría
  • 120 gr. de azúcar
  • Caramelo líquido
    • 50 ml de agua
    • 2 cucharadas de zumo de limón recién exprimido
    • 200 gr de azúcar

Cómo hacer tarta de coco facilísima

En una cacerola pon el azúcar, con el agua y las cucharadas de zumo de limón recién exprimido. Lo pones todo al fuego, un fuego más bien entre medio bajo, y dejas que se vaya haciendo poquito a poco. De vez en cuando, menea un poco la cacerola pero no hace falta remover mucho. Déjalo hasta que veas que el azúcar se ha convertido en líquido y ya ha cambiado a un color amarillento hacia marrón.

Una vez que esté listo, sin tardanza lo vuelcas encima del molde apto para el horno o el microondas que hayas escogido para cocinarlo. Con mucho cuidado, ve moviendo el molde para que el caramelo también bañe las paredes.

En el vaso de la batidora -si es pequeño mejor optar por otro recipiente- ponéis el resto de los ingredientes: los tres huevos, el coco rallado, las galletas partidas en trozos (galletas tipo maría) y el azúcar.

Lo batís todo bien hasta que estén todos los ingredientes integrados en la misma masa. Viértelo sobre el molde donde has echado el caramelo y escoge tu opción, al microondas o al horno.

En el horno se tiene que hacer al baño maría. Así que, coloca el molde dentro de una fuente donde hayas echado un poco de agua en el fondo. Cuidado que el agua no entre en el interior del molde.

Lo hemos metido en el horno precalentado a 180º durante 40 minutos. Veréis que en ese tiempo la textura es cuajada en el exterior pero, si pincháis, os va a salir húmedo. Lo que hemos hecho ha sido dejarlo en el interior del horno durante unos 30 minutos más pero sin más temperatura que la residual.

Después, se deja enfriar a temperatura ambiente y a la nevera. Al día siguiente tiene mejor textura y los sabores más asentados pero, os tengo que decir, que muchas veces lo hemos comido recién hecho y está tremendamente bueno.

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