Una receta de tarta de queso con salsa de caramelo salado fácil de preparar, que os va a llevar un poquito de tiempo pero merece la pena, con su cremosidad y el contraste de dulce y salado…
Tarta de queso con salsa de caramelo salado
La tarta de queso con salsa de caramelo salado que os vamos a proponer es como sacada de un sueño, una salsa toffee con un puntito salado que potencia todavía más el dulzor. Si todavía no habéis probado la combinación del contraste dulce salado en repostería, os recomiendo muchísimo que empecéis por esta tarta ¡Para enmudecer!
Tarta de queso con salsa de caramelo salado – Ingredientes
Tarta de queso:
- 90 gr de galletas
- 45 gr. de mantequilla
- 1 cucharada de maizena (harina de maíz)
- 400 gramos de queso crema
- 350 gr. leche condensada
- 3 huevos
Salsa de caramelo salado – salsa toffee salado:
- 260 gr azúcar
- 120 de mantequilla
- 200 ml de nata líquida
- 2 gramos de sal
- Escamas de sal (decoración opcional)
Tarta de queso con salsa de caramelo salado – Preparación
Comenzaremos preparando la base de la tarta. Tritura todas las galletas y las mezclas con la mantequilla derretida hasta que todas estén engrasadas. Después, lo vuelcas sobre el molde que vayas a utilizar (nosotros uno de 18 – 21 cm) y aplastas ligeramente el fondo para que quede una base uniforme. Mételo en la nevera mientras preparamos el resto.
Separa la clara de las yemas. Reserva las claras para montarlas posteriormente.
En un recipiente pon las yemas, el queso crema, la leche condensada y la cucharada de maizena. Remueve o bate todos los ingredientes hasta que tengas una crema homogénea. Reserva unos instantes.
Ahora, monta las claras a punto de nieve. Si puedes hacerlo manualmente, genial; si no, no dudes en utilizar unas varillas eléctricas. Aquí te contamos todos los trucos necesarios «Cómo montar claras a punto de nieve».
Añade las claras montadas a la crema de queso. Ve de poco a poco y mézclalas con movimientos suaves y envolventes, hasta que estén todas incorporadas. Después, lo echas sobre la base de galletas con cuidado.
Introdúcelo en el horno precalentado a 180º, el horneado será de unos 50 minutos aproximadamente. Antes de retirarlo, comprueba que el centro de la tarta está firme; si no es así, espera unos minutos más.
Cuando esté lista la tarta la dejáis en el horno enfriando, así conseguiréis que no se baje. Una vez que esté fría, ya podéis meterla en la nevera y, como recomendación, consumirla al día siguiente.
Mientras se hace la tarta vais a tener tiempo suficiente de preparar la salsa de caramelo.
- Pon una cacerola o sartén antiadherente al fuego, añades el azúcar y dejas que se vaya tostando a fuego bajo; no remuevas, sólo mueve la cacerola de vez en cuando.
- Cuando veas que está fundido y que ha adquirido el tono oscuro que te guste (te recomendamos no pasarte, pues puede acabar sabiendo amargo), lo retiras del fuego y añades la mantequilla en trocitos.
- A continuación, añades la nata ya calentada con la pizca de sal (¡Con mucho Cuidado de no quemarte!) y remueves constantemente con unas barillas hasta que esté la salsa completamente homogénea.
- Ya tienes tu salsa de caramelo salado. Deja que se enfríe en el recipiente que quieras y listo.
La presentación de la tarta ya es a vuestro gusto. Podéis bañar la tarta de queso con la salsa de caramelo salado por encima, o dejar que cada comensal se vaya echando la salsa que quiera por encima. Podéis añadirle unas escamas de sal, a modo de decoración, para que se enfatice el contraste visualmente.
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