La Tarta queso marmolada consiste en una cheesecake de dos chocolates, negro y blanco, sin horno.
Tarta queso marmolada: Ingredientes
- 250 gr. queso crema
- 150 gr. chocolate negro (mínimo 55% cacao)
- 150 gr. chocolate blanco
- 1/2 vaso de leche
- 2 sobres de cuajada o 15 gr de gelatina
- 500 ml de nata líquida para montar
- 1 yogur griego
- 1 cucharada de mantequilla
- 175 gr. de galletas tipo digestive
- 80 gr. azúcar*
Veréis que en muchas recetas el nivel de azúcar es mayor pero va a depender mucho del chocolate que uséis. En mi caso, son chocolates que aportan mucho dulzor, por lo que necesito rebajar la cantidad de azúcar extra para que no resulte empalagoso.
Tarta queso marmolada: Preparación
Tritura las galleta tipo digestive (da igual la marca, lo que interesa es la textura y sabor de la misma, con otras galletas no queda igual) y echa la mantequilla reblandecida. Mézclalo bien y lo echas sobre la base del molde que vayas a usar. Cúbrelo todo bien, aplasta las galletas para que quede una capa uniforme y lo metes en la nevera.
En un recipiente hondo pon uno de los dos chocolates troceados, el otro lo preparas pero resérvalo en el papel.
En una cacerola pones la nata, el azúcar y el yogur. Lo pones a fuego medio y vas removiendo para que se integren.
Cuando todo esté homogéneo añades el queso crema y sigues removiendo hasta que esté completamente disuelto.
En medio vaso de leche se disuelven los dos sobres de cuajada y lo viertes en la cacerola. Remueve de manera constante hasta que veas que hierve, en ese momento, apaga el fuego.
Echa la mitad de la crema en el recipiente hondo que contenía el chocolate, el resto lo dejas en la cacerola e incluyes el chocolate que tenías reservado. Remueve cada uno para que se fundan ambos chocolates.
Saca el molde con la base de galletas de la nevera y ve echando un poco de cada una de las cremas, sin importarte si se mezclan o si quedan figuras uniformes. Cuando ya hayas volcado ambos chocolates, con un cuchillo o un palillo puedes hacer una figura o unas líneas en la capa superior.
Deja que se enfríe un poco a temperatura ambiente y, luego, lo metes en la nevera un mínimo de 4 horas. ¡No antes! Sé que es difícil resistirse pero es necesario.
Después de las 4 horas, ya podéis desmoldar y emplatar.
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