El agua es un bien esencial para la vida, pero también puede ser una fuente de riesgos para la salud si no cumple con los estándares de calidad. Este es el caso de Toro, un municipio de Zamora que lleva más de cinco meses sin poder consumir agua del grifo por los altos niveles de arsénico que presenta y que ha provocado la alerta y que sean muchas las personas preocupadas al respectos. Por ello debes conocer bien toda la información sobre la presencia de arsénico en el agua del grifo y los peligros que conlleva.
Alerta ante la presencia de arsénico en el agua del grifo
El arsénico es un elemento químico que se encuentra de forma natural en el medio ambiente, pero que en altas concentraciones puede ser tóxico y causar efectos adversos en el organismo, como irritación de la piel, problemas digestivos, cardiovasculares o incluso cáncer.
Y dicho elemento ha sido ahora noticia dado que se ha encontrado arsénico en el agua de Toro, municipio y ciudad española de la provincia de Zamora que ya en tuvo el mismo problema.
El origen del problema en Toro se debe a la sobreexplotación del acuífero “Los Arenales”, del que se capta el agua y que abarca cinco provincias. Según un estudio, este acuífero se está explotando al 180% de su capacidad, lo que ha provocado que el arsénico se concentre más en el agua.
Arsénico en el agua de Toro
Fue el pasado 7 de diciembre, cuando se anunció que el agua del grifo en Toro no era apta para el consumo humano debido a los altos niveles de arsénico presentes. Como resultado, el Ayuntamiento emitió una orden para que la ciudadanía dejara de consumir el agua del grifo y se abasteciera de agua embotellada.
Desde entonces, el alcalde de Toro, Tomás del Bien, ha adoptado varias medidas para solucionar la situación y garantizar el suministro de agua potable a los vecinos. Entre ellas, se encuentran la instalación de siete potabilizadoras portátiles en diferentes puntos de la ciudad, el reparto de agua embotellada a las personas mayores y con movilidad reducida y la construcción de una potabilizadora fija que filtre el arsénico del agua.
Estas soluciones han supuesto un coste económico importante para el Ayuntamiento, que ha tenido que invertir medio millón de euros en la potabilizadora fija y solicitar ayudas a otras administraciones como la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial.
Genera una guerra política
El problema del arsénico en el agua también ha generado una guerra política entre el alcalde y la oposición, ambos del PP. El portavoz municipal, Alejandro González, ha acusado a Tomás del Bien de haber actuado tarde y mal, ya que la Junta le había avisado en junio de de que los valores de arsénico en el agua estaban aumentando. Por su parte, el alcalde ha defendido su gestión y ha criticado la falta de colaboración y apoyo de la Junta y la Diputación.
Finalmente, el pasado 17 de enero, el Ayuntamiento de Toro levantó la prohibición de consumir agua del grifo tras comprobar que los niveles de arsénico habían bajado por debajo del límite legal gracias a la potabilizadora fija. Sin embargo, el alcalde ha pedido precaución a los vecinos y ha recomendado seguir usando las potabilizadoras portátiles o el agua embotellada hasta que se confirme la estabilidad de los resultados.
El peligro de beber agua del grifo con arsénico
Como avanzamos, beber agua que contiene arsénico puede ser peligroso para la salud humana. El arsénico es un elemento químico natural que se encuentra en la corteza terrestre y puede filtrarse en las fuentes de agua subterránea. La exposición prolongada al arsénico en el agua potable se ha asociado con diversos problemas de salud, incluyendo:
- Problemas en la piel: El arsénico puede causar lesiones en la piel, como cambios en el color, la aparición de manchas oscuras, engrosamiento de la piel y la aparición de pequeñas protuberancias.
- Problemas respiratorios: La inhalación de vapores de agua contaminada con arsénico puede irritar los pulmones y provocar dificultades respiratorias.
- Enfermedades cardiovasculares: Como hipertensión arterial, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
- Problemas gastrointestinales: El consumo de agua con altos niveles de arsénico puede causar trastornos gastrointestinales, como dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y pérdida de apetito.
- Cáncer: El arsénico se ha asociado también a varios tipos de cáncer, incluyendo cáncer de piel, pulmón, vejiga, riñón y hígado.
Es importante repetir que los efectos para la salud dependen de la concentración de arsénico en el agua, la duración de la exposición y la susceptibilidad individual. Las autoridades sanitarias establecen límites seguros para el contenido de arsénico en el agua potable, y se recomienda que las personas sigan las directrices y regulaciones locales en cuanto a la calidad del agua.