Si quieres reducir el nivel de frituras en tu vida o eres de los que prefiere evitar la cocina con mucho aceite, sólo tienes que aprender a hacer las croquetas al horno y verás qué buenas quedan.
Receta de croquetas al horno
Para potenciar la textura del rebozado lo que podéis hacer es un doble rebozado y añadir a éste el papel de la harina. Por tanto, lo que haremos para mejorar las croquetas al horno será pasar la masa de croqueta -estamos en el formado- por la harina, por huevo y terminaremos con el pan rallado. A su vez, aunque no vamos a freír las croquetas, vamos a echar un poquito de aceite de oliva sobre cada croqueta para que coja mejor color, mejore la textura al hacerse en el horno y evitar que se abran.
Croquetas al horno – Ingredientes
- 300 gr de jamón cocido
- 2 huevos duros
- 2 cucharadas de mantequilla
- 3 cucharadas (92 gr. de harina)
- Leche entera (menos de 1 litro)
- Sal
- Pan rallado
- 2 Huevos (aprox.)
- Harina
Cómo hacer croquetas al horno
Lo primero que vamos a hacer es hacer los huevos duros. Para ello, pon una cacerola al fuego con abundante agua (que les cubra) y un poco de sal. Cuando hierva se añaden los huevos (mejor si están a temperatura ambiente) y se dejan cocer durante 10 minutos. Después los dejas enfriar y reserva.
Con la propia tijera de cocina corta el jamón cocido en taquitos y reserva.
Pon una cucharada de mantequilla en una cacerola antiadherente y, cuando esté fundida, añades el jamón cocido. Lo sofríes durante un par de minutos y lo retiras a un plato para reservarlo, si te ha sobrado mantequilla fundida déjala en la cacerola.
En la misma cacerola pones la otra cucharada de mantequilla y, cuando esté fundida, añades la harina. Remueve de forma constante para que se vaya dorando la harina, verás que va cambiando de color y olor.
En cuanto veas que ya está toda la harina dorada, será el momento de ir añadiendo chorritos de leche, remueves y cuando veas que se queda seco vuelves a incorporar más leche. Remueves y así sucesivamente. En el momento en el que veas que está densa y cremosa, incorpora la sal y continúa removiendo.
Si ves que te quedan grumos puedes seguir removiendo la bechamel y se acabarán deshaciendo, o puedes pasarle la batidora para que se deshaga.
Incorpora el jamón cocido y los huevos duros (pelados y cortados en cuadraditos), remueve para que todo quede bien incorporado. Comprueba la sal y rectifica si fuese necesario.
Como dice mi madre, que hace las mejores croquetas del mundo mundial -supongo que todos pensamos lo mismo de nuestras madres-, «cuanto más se trabaje la bechamel, mejor queda«. Dicho esto, podéis seguir removiendo y trabajando la bechamel.
Una vez que ya la tengáis lista, colocáis la bechamel sobre una fuente. En mi caso, he optado por un gran plato hondo. Lo dejamos enfriar completamente a temperatura ambiente.
Para el rebozado coloca tres platos, uno con harina para fritura o normal, otro con pan rallado y otro huevo batido. Ayúdate de una cuchara para ir cogiendo siempre la misma cantidad de masa y así te quedarán aproximadamente todas iguales. Las pasas primero por harina, después por huevo y después por pan rallado. Les das forma ya sea con un par de cucharas, con las manos o con algún utensilio para hacer croquetas y ya las tienes listas.
Puedes hacer las croquetas ya directamente, meterlas en la nevera o a congelar.
Si vais a hacerlas al momento, pon a precalentar el horno a 200 grados y forra el recipiente de horno con papel vegetal, colocas las croquetas que quieras, echas un chorrito de aceite de oliva y las horneas durante 15 a 20 minutos (depende del horno y del tamaño de las croquetas), girándolas a mitad de tiempo para que se dore por la otra parte.
¡A disfrutar!
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