Patatas chips crujientes al horno que son saludables, súper ricas y rápidas de hacer. Ideales para el aperitivo y como acompañamiento.
Cómo hacer patatas chips crujientes al horno
Una de las grandes ventajas de preparar unas patatas chips crujientes al horno es que puedes utilizar todos los condimentos que te apetezcan, incluso en cada horneada puedes añadirle especias diferentes y así conseguir un bol de patatas chips variado y para todos los gustos.
Receta de patatas chips crujientes al horno – Ingredientes
- 4 patatas medianas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal (en mi caso, en escamas)
- Especias (opcionales, al gusto): tomillo, romero, pimentón dulce, ajo en polvo, paprika, pimentón picante, curry, etc.
Cómo hacer patatas chips crujientes al horno paso a paso
Las patatas chips caseras puedes hacerlas con piel o sin piel, al gusto de cada uno. Solo ten en cuenta que si las haces con piel tienen que estar muy bien lavadas para evitar cualquier arenilla.
Corta las patatas con una mandolina o a cuchillo dejándolas finitas. Con ambas opciones es fácil de conseguir y va en función de gustos. Nosotros lo hemos hecho de las dos maneras y, con nuestra mandolina (no es nada del otro mundo) el resultado es más grueso, así que nos van más a cuchillo.
Pon el horno a calentarse a 140 grados y con ventilador o aire (si no tienes, no pasa nada, aumenta la temperatura).
Utiliza la rejilla del horno para que pueda entrar mejor el aire, lo que va a facilitar que se sequen y queden más crujientes. La forras con papel de horno o vegetal, untas unas gotita de aceite (evita los excesos y utiliza un pincel para extenderlo) y colocas las patatas cortadas sin apilar unas sobre otras. Solo puede haber una capa, si tienes de más, hornea otra ronda. Echa otras gotitas por encima de todas las patatas y extiende con un pincel.
Echa las especias que quieras, o ninguna, nosotros hemos optado por tomillo, y las metes al horno durante 15 minutos.
En cuanto veas que están doradas o que ya tiene una textura más seca, puedes ir sacándolas una a una. Las que sean más gruesas tardarán más tiempo.
Según vayas sacándolas, les vas echando sal.
Después ya solo queda servir y a disfrutar.
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