Las galletas de tres chocolates son solo aptas para golosos. Unas galletas perfectas para el desayuno como para la hora del té.
Receta de galletas de tres chocolates
Podéis hacer las galletas de tres chocolate con los más pequeños de la casa, ya sea mezclar a mano, darle forma de bolas o añadir las perlas de chocolate del después para que queden más bonitas.
Galletas de tres chocolates – Ingredientes
Para unas 13 galletas:
- 200 gr. de mantequilla fría
- 200 azúcar moreno
- 100 azúcar blanco
- 2 huevos
- 42,5 cacao en polvo 100% desgrasado
- 310 gr. de harina (opcional: 125 repostería + 185 todo uso)
- 1 cucharadita de maizena
- 3/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1/2 cucharadita de sal
- 125 gr. de gotas de chocolate con leche
- 125 gr de gotas chocolate blanco
Cómo hacer galletas de tres chocolates
En un recipiente pones la mantequilla fría cortada en dados. Añade los dos tipos de azúcar y con unas varillas eléctricas o en el robot bates durante 4 minutos hasta que esté completamente integrado.
Después añades un huevo, bates hasta que esté incorporado.
Añades otro huevo y lo mismo, bates hasta que esté incorporado.
Finalmente añade la harina, junto con el cacao en polvo, la sal, la maizena y el bicarbonato de sodio. Con una espátula lo mezclas todo bien hasta qué esté homogéneo, pero no hay que pasarse removiendo.
Incorporas las gotas de chocolate, lo mezclas bien con las manos para asegurarte de que llega a todas las zonas.
Haz bolas de 100 gramos de masa de galletas. Colócalas en una bandeja de horno forrada con papel de horno o papel vegetal, ponlas separadas unas de otras puesto que van a crecer bastante y no queremos que se peguen.
Las metes en el horno caliente a 210º durante 9 minutos, así conseguiremos que sean unas galletas ligeramente crujientes por fuera y blanditas por dentro.
Pasado este tiempo las sacas del horno y pones unas gotitas de chocolate sobre las mismas. La cantidad a vuestro gusto. Hay que presionar muy suavemente para que se incrusten pero sin que se rompan.
Las dejas reposar 2 minutos más, sin moverlas, pues están muy blanditas y se os pueden romper en seguida. Una vez que estén un poquito más atemperadas ya podéis darles un bocado o esperar a que se enfríen más para poder manipularlas cómodamente.
¡A devorar! No os sé decir cuántos días suelen durar porque en casa nunca han durado, por lo demás, me imagino que igual que en cualquier otra galleta. Siempre hay que guardarlas en latas o en algo hermético que permita conservarlas en mejor estado.
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