La tarta de la abuela es uno de los grandes clásicos de todos los cumpleaños y celebraciones en mi familia. Hay muchas versiones de esta tarta pero yo te comparto la que preparamos habitualmente en casa, que es las más fácil de hacer, con la que sí o sí te va a salir bien.
El secreto de esta tarta es el flanín, un preparado para flanes y natillas, el cual vamos a usar tanto para el chocolate como para la crema, consiguiendo una textura muy cremosa, pero también densa para poder mantenerse firme en cada porción.
Tarta de la abuela Flanín- ingredientes
300 gr. de galletas (mejor opción galletas María hojaldradas), equivale a paquete y medio aproximadamente.
Para el chocolate:
- 350 gr de chocolate a la taza en polvo (con azúcar)
- 1 litro de leche entera
- 1 sobre de flanín
Para la crema:
- 1/2 litro de leche entera
- 1 sobre de flanín
Paso a paso tarta de la abuela con flanín
Comenzamos reservando 1/4 de vaso de leche y el resto lo colocamos en un cazo.
Pon el caso con la leche al fuego a temperatura media y añade el cacao en polvo, remueve, de manera constante con el varillas para evitar que se pegue y se disuelva bien.
En el cuarto de vaso que hemos reservado disuelves el sobre de flanín. Ha de quedar perfectamente, sin grumos.
Cuando hayas incorporado todo el cacao a la leche y esté completamente homogéneo, será el momento de añadir la mezcla anterior.
Sigue batiendo de forma constante. Verás que en muy pocos minutos ha espesado y está cremoso. Retira.
- Vamos a preparar la crema
Del medio litro de leche que vamos a utilizar para preparar la crema, reserva un cuarto de vaso para disolver el flanín.
Pon el resto de la leche en el cazo, cuando esté caliente añades la mezcla que hemos disuelto. Remueve de manera constante para que no se pegue. Verás que está cremoso en muy pocos minutos.
Ya solo nos queda el montaje de la tarta:
- Capa de galletas
- Capa de chocolate
- Capa de galletas
- Capa de crema
- Capa de galletas
- Capa de chocolate
Cubres con un papel film, que no toque el chocolate, y lo metes a la nevera un mínimo de 4 horas para que queden bien compactas cada una de las capas y coja esa consistencia tan estupenda.
Después, ya puedes servir como gustes. En esta ocasión, no le hemos añadido nada más, pero cuando éramos pequeños nos compraban unas filigranas de colores o bolitas de colores para echarle por encima.
Otras recetas que te pueden gustar son: