Pan de molde con semillas y masa madre

El pan de molde con semillas y masa madre que os traigo es un pan súper esponjoso, con cinco semillas distintas y tiene un sabor fantástico.

Receta de Pan de molde con semillas y masa madre

Si estás buscando una receta de pan de molde sencilla, que sale bien y que tiene un sabor delicioso, esta receta de pan de molde con semillas y masa madre puede ser una de las mejores opciones que vas a encontrar porque está realmente espectacular.

Si todavía no conocéis los beneficios de la masa madre en vuestros panes, os animo a que le echéis un vistazo a este artículo «cómo hacer masa madre natural en casa fácilmente«.

Pan de molde con semillas y masa madre – Ingredientes

  • 200 gr. de harina de fuerza
  • 300 gr. de harina panificable o panadera
  • 110 gr. de masa madre activada e hidratada al 100% *
  • 350 – 390 gr. de agua*
  • 13 gr. de sal
  • 75 gr. de semillas (lino dorado, amapola, sésamo, pipas de girasol y pipas de calabaza)

* quiere decir que a la hora de activar la masa madre hemos añadido la misma cantidad de agua que de harina

* varía según la capacidad de absorción de la harina

Cómo hacer pan de molde con semillas y masa madre

Lo primero que vamos a hacer es activar la masa madre. Para ello, tal y como os señalaba antes, hay que alimentarla con la misma cantidad de harina que de agua. Yo suelo hacerlo a la hora de la cena y la dejo fermentando toda la noche, tiempo en el que duplica. Si estamos en meses de calor veréis que no necesita tantas horas.

Pon los 110 gr. de masa madre en el recipiente donde vayas a preparar el pan y añade los 350 gr. de agua. Disuelve la masa madre en el agua con ayuda de una cucharada.

Añade las harinas, en mi caso 200 gr de harina de fuerza y 300 gr de harina panificable. Remueve para que todo quede mezclado. Si ves que queda muy seco, que hay bastante harina que no ha quedado húmeda, será el momento de añadir un poquito más de agua. Tiene que quedar como una especie de masa seca pero no extra seca, espero que en la foto podáis apreciarlo.

Lo tapas con un paño y lo dejas en reposo de 30 minutos a una hora. Podéis hacerlo de menos tiempo, yo es que me suelo despistar con las cosas de casa y voy en ese margen, encontrándome una masa ya mucho más trabajada (os sorprenderá pero «el tiempo, amasa»).

En este plazo de tiempo pon todas las semillas en una sartén y las pones en el fuego a temperatura media. Tienen que tostarse suavemente, veréis que va cambiando el olor de forma llamativa. Cuando estén tostadas apaga el fuego y se añade un culín de agua, lo tapas rápidamente y las dejas hidratándose.

Pasado este tiempo, incorpora la sal y comienza a amasar. Si ves que está excesivamente seco, puedes incorporar otro poquito de agua o deja que tus manos vayan humedecidas un poquito de más.

Los amasados que he hecho han sido dentro del propio recipiente, en forma de pliegues o en amasado francés (no es lo mismo pero valen las dos). Os dejo un vídeo de Iban Yarza para ver completito pero, si solo quieres ver a qué me refiero con los pliegues, ponlo en el minuto 3:41

Tenéis que amasarlo durante 2 minutos y lo dejáis reposar 15 minutos. Lo vamos a hacer 4 o 5 veces pero, en la tercera vuelta es cuando vamos a añadir las semillas.

Para añadir las semillas solo hay que dejarlas caer sobre la propia masa del pan y hacer tus pliegues habituales. En lugar de 2 minutos, a lo mejor necesitas unos pocos más, pero no fuerces la masa a aceptar todas las semillas, en las siguientes vueltas y reposos verás que las coge todas.

Cuando tengas el pan ya amasado será el momento de dejarlo fermentar durante 4 horas dentro del propio recipiente y tapado con un trapo, pasados dos horas se hace un pliegue para que coja más tenacidad. Si hace mucho calor en tu casa ve echándole un ojo sobre las dos horas para ver cómo va, ya que solo tiene que doblar el volumen, no triplicarlo.

A diferencia de otros panes, éste no lo vamos a dejar fermentando en nevera, si no que vamos a poner el horno y lo vamos a cocer en cuanto esté fermentado. Así que, pon el horno a 220º y mete en el fondo una bandeja con las piedras para hornear o una bandeja sola para que después puedas echar agua y crear vapor.

Echa un poco de harina sobre la superficie de la mesa y vuelca la masa de pan, ponte cerquita el molde donde vayas a cocinarlo (el mío es de silicona, por lo que no lo he forrado, pero si tienes un molde de otro material ponle papel de horno). En esta ocasión, tenemos que desgasificar el pan todo lo posible, pues un pan de molde no puede llevar los alveolos tan grandes que puede llevar un pan. Para ello, mejor que explicarlo con palabras, os dejo otro vídeo de Iban Yarza para que veáis cómo darle forma a un pan de molde:

Si quieres que tenga semillas en el exterior del pan, humedeces un poco la superficie con la mano (¡poco!) y echas las semillas que quieras, verás cómo con el efecto del agua se pegan. Finalmente tienes que hacerle un corte al pan con una cuchilla o un cuchillo muy afilado.

Una vez lo tengas listo, lo metes en el horno durante 10-15 minutos con calor arriba y abajo, echa un poco de agua en la bandeja que te hemos indicado anteriormente para crear vapor y que la humedad del pan no se vaya.

Después retiras la bandeja y lo dejas horneándose a 200º durante 20 a 25 minutos con ventilador o aire. Si ves que se tuesta demasiado puedes bajar la temperatura o lo tapas con un poco de papel de horno.

Una vez lo tengas, retiras del horno y lo dejas enfriarse dentro del molde. Pasado un par de minutos, ya le das la vuelta, lo sacas y lo colocas en una rejilla a enfriarse por completo.

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