Receta de focaccia casera (receta con levadura y con masa madre)

La focaccia es uno de esos platos maravillosos de la gastronomía italiana, una masa que es una mezcla de pan y de pizza que se puede combinar con infinitos ingredientes.

Receta de focaccia casera

Según la zona de Italia, os podéis encontrar con diferentes formas de preparar una focaccia casera. Hay masas que cuentan con patata cocida junto con la harina, hay focaccia rellenas y otras tantas en las que va variando los ingredientes: tomates, albahacas, romero, aceitunas, salsa pesto, verduras… Infinidad de sabores, texturas y todo riquísimo.

Receta focaccia casera – Ingredientes

  • 200 ml Agua tibia
  • 350 gr Harina de fuerza
  • 7 gr Levadura de panadería seca (o fresca)
  • 2 cucharas de aceite de oliva
  • 1/2 cucharada de azúcar
  • Sal gruesa
  • Tomates cherry
  • Aceitunas negras

Cómo hacer focaccia

Pon la harina de fuerza junto con la levadura seca y el azúcar en un bol. Remueve para que esté todo bien mezclado.

Prepara el agua, que ha de estar tibia, y la incorporas a la harina. Ve removiendo con las manos para que se vaya incorporando, siempre de fuera hacia adentro.

Añade el aceite de oliva y la sal cuando la masa esté grumosa. Continúa amasando durante 10 o 12 minutos más, llevando la masa del exterior al interior, hasta obtener una masa homogénea y flexible. Podéis enharinar una superficie plana y colocar la masa sobre la misma, veréis que os resulta más cómodo amasar.

Le das forma de bola y lo colocas en un bol ligeramente enharinado, el tiempo de reposo es de 60 minutos. Tapa el recipiente con un trapo de algodón o con film transparente y lo colocas en una zona cálida, evitando las zonas de corrientes de aire.

Cubre una bandeja apta para el horno con papel vegetal o papel de horno, lo engrasas ligeramente. Pasado este tiempo -los 60 minutos- lo pones de nuevo en la mesa de trabajo y la extiendes con la punta de los dedos, después la colocas sobre la bandeja del horno, tiene que quedar un grosor de 2 cm como mucho.

Una vez extendida la dejas reposar 10 minutos y pincela con aceite de oliva por encima.

Puedes poner los tomates troceados en rodajas, a la mitad o enteros. Sazona con sal gorda y espolvorea con orégano por toda la superficie.

Pon el horno a precalentar a 220 grados durante 20 – 25 minutos, hasta que tenga una apariencia como dorada.

Una vez que esté lista sólo queda que lo dejes enfriar y a disfrutar.

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