Receta de sorbete de frutos rojos sin heladera

Sigue el paso a paso de esta receta de sorbete de frutos rojos y verás qué cosa más maravillosa para los días de calor. Además, también puede ser una opción genial para servirla como postre.

Sorberte de frutos rojos casero

Preparar un sorberte casero, que quede bien, sin trocitos de hielo, es más posible de lo que te imaginas ¡y sin necesidad de heladera! Puedes usar heladera, por supuesto, y será con menos esfuerzo. Pero si no la tienes, puedes preparar este sorbete casero removiéndolo a cada rato.

Aprovecha la fruta de temporada y, en la medida de lo posible, opta por frutas que estén en un perfecto punto de maduración, así te aseguras un sabor sensacional. Puedes utilizar frutas frescas o frutas congeladas, o ambas.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 40 minutos
  • Tiempo total: 2 hora y 40 minutos
  • Raciones: 5
  • Categoría: postre
  • Tipo de cocina: internacional
  • Calorías por ración (kcal): 116

Ingredientes

  • 400 gr. de fresas
  • 400 gr. de frambuesas
  • 100 gr. de arándanos
  • 200 gr. de azúcar blanca
  • 60 gr. agua
  • Zumo de lima al gusto
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Cómo hacer sorbete de frutos rojos casero

Pon el agua y el azúcar en un cazo, lo pones al fuego y dejas que hierva hasta que el azúcar se disuelva. Una vez lo tengas, lo retiras del fuego y lo dejas enfriar por completo.

Tritura las frutas que vayas a utilizar junto con un chorro de zumo de lima (al gusto). En mi caso, fresas, frambuesa y arándanos. Lo he pasado por un colador para que el pellejo de las frutas y las semillas más gruesas se queden fuera, quedando una textura muy fina.

Cuando lo tengas, y también se haya enfriado el almíbar, lo mezclas todo. Después lo metes en la nevera durante un mínimo de 6 horas para que esté bien frío.

Pasado este tiempo, ya puedes pasarlo al molde que hayas elegido y lo metes en el congelador, o lo metes en la heladera. Si lo haces sin heladera, durante dos horas, cada 30 minutos, lo retiras del congelador y lo bates para que se deshagan todos los cristales que puedan formarse con la congelación.

Después, ya puedes servirlo y verás qué delicia.

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