La sangría es una bebida refrescante y afrutada muy fácil de preparar en casa, con un sabor dulce y que se puede personalizar a los gustos de cada uno.
Receta de sangría casera
Puedes preparar la sangría con un toque de vino blanco, cava, vermú e incluso ginebra. Es decir, podéis preparar una sangría con más o menos graduación de alcohol y de diferentes colores, pero la base siempre va a ser la misma, vino y frutas.
Un dato importante, tiene que prepararse con unas horas de antelación al momento de ser servida para que el vino coja los sabores de la fruta – unas dos horas antes – pero hay que tener cuidado para que las frutas no fermenten.
Receta de sangría casera: Ingredientes
- 1 botella de vino tinto joven
- 2 plátanos
- 2 melocotones
- 2 naranjas
- 2 cucharadas colmadas de azúcar
- Gaseosa
- 1 manzana
- 1 limón
- 1 canela en rama
Receta de sangría casera: Preparación
La recomendación típica para hacer una sangría casera es utilizar un vino joven, por lo que no te hace falta usar un vino carísimo pero, a poder ser, escoge también un vino mejor que el de cartón.
Pela todas las frutas a excepción del limón, córtalas en dados o rodajas y las añades a una jarra. Nosotros lo hemos metido todo en una cacerola por las dimensiones de la sangría.
Exprime un limón, la otra naranja la reservas entera. Echa el zumo a la mezcla de frutas.
Abre la botella de vino y echa sobre las frutas todo el contenido. Incorpora también la rama de canela.
En un vasito de agua templada o caliente disuelves las dos cucharadas de azúcar. La razón de hacerlo en agua es porque resulta más complejo disolver el azúcar en líquidos fríos, por lo que hacerlo directamente sobre el vino no va a funcionar. Lo añades también al vino.
Lo hemos dejado macerar dos horas aproximadamente, no más.
Lo pasamos a una jarra y añadimos un vasito o dos de gaseosa (esto va al gusto, puedes no echarlo), añadimos también la naranja cortada en rodajas gruesas y los hielos.
Sólo queda servir y disfrutar.
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