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¿Cómo hacer caramelo líquido?

El caramelo líquido casero se puede hacer fácilmente y lo puedes utilizar en multitud de recetas, como el flan o unos crepes.

caramelo

Receta caramelo líquido casero

Caramelo líquido: Ingredientes

  • 200 gr de azúcar
  • 200 ml de agua
  • Un limón

Cómo hacer caramelo líquido

Lo primero, antes de comenzar a hacerlo lee las recomendaciones que os damos más abajo, son fundamentales para conseguir que puedas disfrutarlo.

En un cazo o sartén antiadherente pon el azúcar con unas gotas de limón a fuego muy bajo.

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Cuando comience a deshacerse será el momento de añadir el agua, deja que se vaya haciendo el caramelo poco a poco.

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Nunca hay que tener prisa para prepararlo, más bien mucha paciencia para no subir el fuego y estar pendiente en todo momento de que no se queme.

Cuando veas que adquiere un tono dorado y que está completamente deshecho, será el momento de apartarlo del fuego y utilizarlo en tu plato ¡nunca probarlo caliente!

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Recomendaciones para hacer caramelo líquido

¡NUNCA! Nunca pruebes el caramelo recién hecho, no hasta que esté frío, si no te abrasas.

Ten mucho cuidado a la hora de manipularlo, se queda pegado a la piel al mínimo contacto y puede producirte una quemadura grave ya que alcanzar temperaturas altísimas en poco tiempo.

Si necesitas que el caramelo quede más líquido puedes aumentar la cantidad de agua indicada en los ingredientes, lo mejor es que vayas viéndolo mientras se está fundiendo y no lo hagas previamente, puesto que puedes pasarte de la cantidad.

En el caso de que estés pensando en darle un toque de sabor diferente a tu caramelo casero puedes añadir un poco de licor que te guste, eso sí, reduciendo previamente la cantidad de agua que vayas a añadir para que siempre esté equilibrado y se mantenga la cantidad de líquidos que aparecen en la receta. Otra manera que hemos probado en casa es añadir un poco de zumo de limón, queda muy bien.

A la hora de volcar el caramelo en otro recipiente o de extenderlo si lo has hecho en el mismo molde donde quieres utilizarlo, nunca toques el caramelo con ninguna herramienta de cocina ni con nada, si no éste se paraliza y se crea una costra que no va a quedar bien. Para mover el caramelo sólo tienes que ir moviendo el molde y va fluyendo.

Antes de añadir el resto de los ingredientes que acompañarán al caramelo, deja que se atempere y se enfríe. Verás que no tarda muchos minutos.

Si ves que el caramelo se te ha quemado o ha llevado demasiado tiempo de cocción, lo más recomendable es volver a repetir todo el proceso porque el caramelo puede llegar a amargar.

Los mejores moldes en los que preparar o utilizar el caramelo líquido son los moldes de metal o de vidrio, los de silicona pueden dar problemas puesto que no se pega y puede acabar flotando entre el flan. Claramente puede ser toda una experiencia de texturas pero se malogra el flan tradicional. Eso sí, las cucharas a utilizar para fundirlo es mejor que sean de metal pero con aislante en el mango, las de plástico se fundirán y las de únicamente metal te quemarán porque traspasan el calor.

A la hora de limpiar vuestros moldes, muchas veces sucede que el caramelo se queda pegado y uno tiene la tentación de frotar hasta lo incansable para levantarlo. ¡Error! Lo mejor que puedes hacer es ponerle un poco de agua, calentarlo y verás cómo se despega con facilidad.

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