La crema de espinacas es un primer plato de cuchara excepcional. Se puede hacer con espinacas frescas o congeladas, siendo una receta ligera y sabrosa.
Receta de crema de espinacas
Para rebajar el sabor fuerte que pueden tener las espinacas hemos utilizado un poquito de nata líquida, lo que al final produce un sabor similar al de las espinacas a la crema. Si no te gusta el sabor de la nata o no tienes en casa, siempre puedes añadir al final un poco de queso crema para suavizarla.
Crema de espinacas: Ingredientes
- 500 gr de espinacas (congeladas o frescas)
- 100 ml de nata líquida
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Agua
Cómo hacer crema de espinacas paso a paso
Limpia y trocea la cebolla.
En la cacerola que vayas a utilizar para hacer la crema de espinacas, echa un chorro de aceite y añade la cebolla con un poco de sal junto con el diente de ajo pelado, deja que se vaya pochando poco a poco.
Si vas a utilizar las espinacas frescas, lávalas y las incorporas a la cacerola. Remueve un momento.
Si vas a utilizar espinacas congeladas échalas directamente a la cacerola, sin necesidad de descongelarlas previamente. Cubre las espinacas con agua o un caldo que te guste, pero ten en cuenta que si echas excesiva agua vas a tener una crema muy líquida y con poco sabor, pues las espinacas ya sueltan agua de por sí.
Déjalas cociendo unos 10 minutos aproximadamente, verás cómo se ha descongelado y están las espinacas cocidas.
Después, echas un chorrito de nata líquida (o el queso crema) y remueves bien. Tríturalo todo con una batidora para que quede una textura cremosa y fina.
Si te sobra no pasa absolutamente nada, métela en tarros de cristal y a la nevera una vez que esté fría, aguanta unos días en perfectas condiciones.
¡A disfrutar!
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