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Entrantes y Primer plato
Ensalada de garbanzos y tomates secos
Una ensalada de garbanzos y tomates secos súper sabrosa. Una receta saludable muy fácil de hacer, rápida y apta para como receta para vegetarianos. Es ideal para esos días en los que quieres comer rico, sano y sin esfuerzo.
Ensalada de garbanzos y tomates secos – Ingredientes
- Hojas verdes (canónigos, espinacas, rúcula, etc.)
- Garbanzos cocidos
- Tomates secos en aceite de oliva
- Piñones
- Queso parmesano
- Sal
- Aceite de oliva virgen
Receta de ensalada de garbanzos y tomates secos
Lava las hojas verdes que hayas escogido. Asegúrate de centrifugarlas (hay menaje de cocina especial para esto y económico) o retirarlas bien el agua para que no tengas no suavice el sabor de la ensalada. Colócala en el recipiente donde vayas a servir y echa un poquito de sal por encima.
Incorpora los garbanzos. Dos opciones:
- Puedes optar por utilizar unos garbanzos de bote. No hay nada más sencillo y más rápido, pues sólo tienes que volcar la cantidad que quieras en un escurridor, lavarlos bien, asegurarte de que pierden el agua e incorporarlos.
- Utilizar garbanzos cocidos que hayas hecho tú mismo. Ese es nuestro caso. Teníamos garbanzos cocidos que nos habían sobrado de hace unos días, los guardé en un bote hermético y estupendamente. En este artículo «cómo cocer garbanzos para que queden tiernos» te cuento cómo conseguir que estén en su punto para la ensalada.
Añade tomates secos al gusto. Yo los tengo en aceite de oliva, así que no me ha hecho falta tener que hidratarlos. Si los tenéis completamente secos, tendréis que hidratarlos previamente. En cuanto al a cantidad, nosotros hemos picado entre dos y tres por plato. Lo que he hecho ha sido cortarlos en trozos pequeños (no excesivamente pequeños) y los he distribuido por los garbanzos.
Finalmente, es el momento de incorporar el queso parmesano. Como recomendación, os diría que siempre optéis por comprar la denominación de origen Parmigiano Reggiano y en la cuña (mejor incluso si la compráis en una tienda de quesos), mejor que ya partido o en polvo. Antes de consumir el queso, si lo habéis tenido previamente en la nevera, es importante que se atempere para que tenga todo el sabor y la textura durante unos 10 minutos. Lo cortas en lascas o en trocitos que te resulten fáciles de comer y los echas también por encima.
Hemos terminado incorporando unos pocos piñones, para añadir más sabores y nutrientes al a mezcla. Es totalmente opcional y lo dejo a vuestro criterio.
Por último, un chorrito de un buen aceite de oliva por encima y ya tenemos una ensalada gloriosa. Presenta así, para que sea más vistoso a los ojos, después ya que cada uno remueva y a comer.
Ya nos contaréis qué modificaciones le hacéis a la receta y qué os ha parecido.
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